Los conductores españoles ya pierden más puntos por circular hablando por el móvil que por hacerlo bebidos. Los últimos datos facilitados por la Dirección General de Tráfico (DGT) revelan que el número de denuncias por usar el teléfono al mismo tiempo que se conduce es superior al de las alcoholemias positivas. Sin embargo, la velocidad continúa siendo el auténtico caballo de batalla de las autoridades ya que, además de ser una de las principales causas de la mortalidad en las carreteras, es el primer motivo de detracción de puntos.

Las cifras revelan un cambio ante el volante. Todo indica que la proliferación de controles de alcoholemia ha hecho mella entre los ciudadanos. Eso y las campañas de concienciación para que la gente no se ponga al volante después de haber consumido alcohol han surtido efecto. Desde el 1 de julio del 2006 (cuando entró en vigor el carnet por puntos) y hasta el pasado viernes, las autoridades policiales habían impuesto 270.350 denuncias por dar positivo en un test, la cuarta razón por la que se había perdido alguno de los 12 puntos del permiso.

Tras la velocidad excesiva, el hecho de no llevar puesto el cinturón de seguridad o el casco es el segundo motivo de pérdida del crédito del carnet. Y el cambio en la conducta de los españoles se ve precisamente porque las multas por el uso del móvil han pasado por primera vez por delante de las alcoholemias.

LAS CIFRAS En julio, cuando se cumplieron tres años del nuevo carnet, la Dirección General de Tráfico hizo un balance que evidenciaba que el 8% de las denuncias eran por hablar por el teléfono móvil, y el 9% por alcohol. Tres meses más tarde, la imprudencia de usar el teléfono ha pasado por delante, con un 12,12% de las 2,6 millones de denuncias. Las multas por positivos en los test han supuesto el 10,12% del total.