Es de Madrid y lleva diez años en Badajoz. Noemí Tribaldos es licenciada en Historia del Arte, máster en Tasación de obras de arte y antigüedades. Ella misma se ha iniciado en el coleccionismo e intenta que las piezas de valor que hay en la ciudad y en la región no se malvendan.

--¿Se vive del comercio del arte?

--No es muy boyante y está por detrás del de otras capitales. Mi función es rehabilitar ese comercio, evitar que gente que tiene colecciones venda fuera de Extremadura porque no haya aquí donde ponerlas en circulación. Hay galerías pero casi todo es contemporáneo y se deja de lado la obra clásica y la antigüedad. Yo quiero es fomentar ese mercado; no todo es patrimonio arquitectónico; están las artes decorativas, una bandeja de plata o un mueble tiene su importancia, aunque no sean obras de primera fila; no tienen que ser espectacularmente valiosas. Hay que discernir entre antiguo y calidad artística.

--¿Para qué requieren más sus servicios?

--Para valorar o catalogar una pieza, sacar una procedencia, una cronología y conforme al mercado establecer un valor preciso. Es un servicio para coleccionistas, agencias de seguros, testamentarías, o una familia que tiene una herencia y quiere saber si lo que hay en casa tiene valor aparte del sentimental.

--¿Es el principal mercado el de museos e instituciones?

--Son un cliente potencial importante, pero no hay fondos suficientes, generalmente no se compra mucho, pero se puede fomentar el coleccionismo privado que también incrementa el patrimonio, es una parte de la cultura y puede llegar a ser público mediante donaciones.

--¿Tienen los hogares extremeños obras de arte?

--Sí hay obras de arte en muchos hogares, quedan menos que antes porque se ha sacado muchísimo patrimonio en los años pasados, y no solo en Badajoz capital, sino en muchos pueblos y en muchos cortijos de la provincia. Sería conveniente que la gente mire y valore las obras que tiene, aparte de estar arrinconadas.

--¿Qué tiene usted en su casa?

--Me gustaría tener muchísimo más de lo que tengo. Tengo una pequeña colección de cerámica, piezas de los siglos XVII y XVIII, algunos muebles, un tapiz y una salero de plata y un abanico. Las artes decorativas son las piezas que han pertenecido a las familias para el uso diario y a su vez se han mantenido con una función decorativa: tienen el matiz de la vivencia, de compartir el paso del tiempo y se han mantenido para llegar al día de hoy como parte de la historia reciente, eso es lo más bonito.

--¿Y algo espectacular?

--Ojalá todos pudiéramos tener un Van Gog, pero como no todo el mundo puede, el patrimonio pueden ser otras obras. La acción de conservar es una parte importante del patrimonio. Si la gente no sabe lo que tiene en casa, pues no puede valorarlo.