El Artico se derrite y su declive a largo plazo ya ha empezado. El Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de Estados Unidos, que ha recopilado información en un trabajo conjunto con la NASA, dio a conocer el miércoles los detalles de un fenómeno que sitúa al Artico en su nivel de extensión más bajo del último siglo.

El descenso en la superficie de hielo, que se produce por cuarto año consecutivo, se vincula tanto a cambios atmosféricos cíclicos como al efecto del hombre y el calentamiento global. Y aunque la reducción del hielo puede tener algunas consecuencias beneficiosas, la mayoría de sus efectos serán catastróficos. El principal es el riesgo de una subida acelerada del nivel del mar.

SIN HIELO PARA EL 2080 La toma de medidas en el Artico se realiza cada verano, la estación en que se reduce la capa de hielo, que crece en invierno. Desde 1979 los datos se obtienen de información detallada que la NASA obtiene por satélite. Desde entonces hasta el 2000 se había observado una superficie media de 6,9 millones de kilómetros cuadrados. En la última medición, realizada el 19 de septiembre pasado, la superficie era un 20% menor.

Estos últimos datos permiten establecer una desaparición del 8% del hielo ártico por década, porcentaje que refuerza las teorías de que el Artico pueda quedarse sin hielo durante el verano a partir del 2080.

Aunque los científicos no han podido determinar aún hasta qué punto este proceso está influenciado por las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero, nadie es capaz de explicar la tendencia de deshielo sin atribuirla al calentamiento provocado por el hombre.

PEORES EFECTOS Los expertos advierten de que los efectos del calentamiento global se amplificarán, pues cuando el hielo sea sustituido por un océano oscuro la superficie del mar absorberá más energía solar que, de otra forma, reflejaría en el hielo y volvería al espacio. "Con toda ese agua oscura habrá un aumento del calor que almacena el Artico y por ello, cuando llegue el otoño y el invierno se hará más difícil que aparezca el hielo". "Posteriormente, en la siguiente primavera, como quedará menos hielo será más fácil que se pierda al año siguiente", explicó Mark Serreze, uno de los científicos del centro de la Universidad de Colorado que ha analizado los datos.

Su compañero de investigación, Ted Scambos, ratificó que el proceso de deshielo ya está en marcha y que si no se adoptan medidas podría acelerarse. "Es casi seguro --sentenció-- que el declive a largo plazo del Artico ya ha empezado".

Scambos explicó que las temperaturas en la zona se han incrementado en las últimas décadas y, concretamente, en el 2005 han sido entre dos y tres grados más altas que la media de los últimos 50 años. El hielo, este verano, empezó a derretirse 17 días antes de lo usual. A partir de ahora, los deshielos se verán en el Antártico puesto que empieza el verano austral.