La Guardia Civil baraja la posibilidad de que el crimen de Sonia Carabantes fuera cometido por dos personas. Los investigadores creen que detrás del asesinato de la joven de Coín se esconde un móvil pasional y buscan pruebas que permitan llevar a los posibles autores ante el juez.

Según fuentes de la investigación, el crimen fue cometido el mismo día de su desaparición, entre las cinco y seis de la madrugada, por dos personas que utilizaron como medio de transporte un turismo blanco de la marca Peugeot, que estaba aparcado a esa hora en la acera de la casa de la víctima.

Varios testigos presenciaron como el coche salió del callejón marcha atrás a gran velocidad hasta llegar a la rotonda, que conduce al polígono industrial de Monda, lugar donde apareció el cadáver.

Entre los testigos hay un grupo de jóvenes que estuvieron a punto de ser arrollados por los presuntos asesinos. La Guardia Civil ha hecho un llamamiento para que todos los testigos se pongan en contacto con ellos. Fuentes de la investigación informaron de que hasta el momento sólo uno de ellos fue a declarar.

En la reconstrucción de los hechos, la Guardia Civil apunta dos conclusiones: primero, la falta de profesionalidad de los asesinos, que dejaron huellas, y segundo, que intentaron desesperadamente dejar pistas falsas. Los investigadores aún no han localizado diversas prendas de la víctima, como parte de la ropa interior y un calzado. Por otro lado, barajan la posibilidad de que los autores del crimen tiraran el pantalón de Sonia tras ocultar el cadáver.