La violencia sexista no es patrimonio exclusivo de hombres talludos educados en rancios principios machistas. Sucesos como el de ayer en Salamanca, donde una chica de tan solo 18 años murió apuñalada por su novio, de la misma edad, demuestran que este tipo de comportamiento irracional puede estallar entre chavales que acaban de superar la adolescencia. La víctima número 37 de la violencia machista en España en lo que va de año sirvió esta vez para que numerosas voces denunciaran ayer la creciente precocidad de los varones que maltratan a sus parejas hasta la muerte.

Eran alrededor de las cinco de la madrugada de ayer cuando el puesto de la Guardia Civil próximo a Villamayor de Armunia recibió una llamada de un chico portugués. Con la voz entrecortada y estado de shock, contó que acababa de asesinar a su novia en un descampado cercano al pueblo. Los agentes se desplazaron rápidamente al lugar y encontraron el cadáver de la joven, que había sido apuñalada en el interior de un vehículo. Según el presunto asesino, tuvieron una discusión por celos que acabó con amenazas de ruptura y con el trágico desenlace. Llevaban saliendo varios años, pero su relación se había ido deteriorando.

Medio centenar de personas, entre las que estaban los principales representantes públicos de Salamanca, se concentraron ayer en el centro de la ciudad para protestar contra los asesinatos machistas. La presidenta de la Diputación de Salamanca, Isabel Jiménez, reconoció que "algo está fallando" porque "ya se están dando en los centros educativos clases de formación contra la violencia". "Antes eran casos de parejas mayores con años de convivencia, pero ahora hablamos de dos jóvenes", advirtió. Jiménez se mostró preocupada por la violencia que se detecta en unos jóvenes que "han crecido en una sociedad con más libertad y tolerancia". "Hechos como este me rompen los esquemas", dijo.