ES ALGO MAS que el juicio a un agresor doméstico. La vista que se inició ayer en la Audiencia de Barcelona refleja con toda la crudeza el fracaso del sistema judicial y social en la lucha contra la violencia sexista. Pedro Martínez, burlando una orden de alejamiento, mató a martillazos a su compañera sentimental en Barcelona en junio del 2003 después de que ella hubiera presentado más de una decena de denuncias, algunas de las cuales retiraba poco después. El juez Gonzalo de Dios fue investigado, sin consecuencias, por la comisión disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial. M. M.