Lleva semanas promocionando su opera prima , Los Cronocrímenes . Nacho Vigalondo ha hecho un alto para recibir un homenaje en el Festival FICA de Villanueva de la Serena.

-Un alto en el camino...

--Sí, estoy en plena promoción de mi largometraje y estoy extenuado. Venir aquí es tener de repente una jornada relajada, en un ambiente distinto, fuera de Madrid y disfrutando de todo.

-Como joven director, ¿qué te parece este festival?

--Soy de Cabezón de la Sal (Cantabria) un pueblo que padece de iniciativas culturales, y no te digo nada enfocado al cine. Por eso desde muy joven estoy concienciado con las necesidades de las provincias para tener una vida cultural. Que en un sitio como Villanueva haya un festival como este me parece un lujo.

-¿Y que te hagan un homenaje?

--Pues el lujo más gordo. Yo pensé que me harían homenajes a los sesenta y pico de años. Con 31 primaveras recién cumplidas que ya reciba uno... ¡me dan ganas de retirarme! En mi pueblo también ha caído algo; el ayuntamiento me dio la medalla de plata. Y ahora que lo pienso, si recibo más homenajes creo que es el momento de retirarme.

-Ahora que presentas tu película, ¿cómo ves el cine español?

--Está en una situación muy disparatada. Por un lado hay películas que consiguen encadenar taquillazos, otras que no se estrenan; algunas se estrenan sin publicidad y con pocas copias, y muchos directores españoles para hacer cine tienen que irse a EEUU. Creo que es una época curiosa donde lo bueno es muy bueno y lo malo, muy malo.

-Con esta situación, ¿cómo encaja el cine la crisis económica?

--El cine español lleva en crisis desde que existe. No se va a notar porque ya estamos de antemano jodidos.

-¿Cuál es tu aportación al cine?

--No debería decirlo yo sino vosotros. Lo importante es que haga cosas que no existirían si yo no existiese. Creo que eso es lo que debería hacer cada cineasta y casi te diría que cada artista.