Guerra a la obesidad. Empezando por los niños, porque casi uno de cada cinco ya la sufre. Con este objetivo el proyecto de ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición prevé eliminar la promoción de alimentos protagonizados por famosos, la dispensación de productos con altos niveles de grasas y azúcares en los colegios, y los "regalos, premios, obsequios, bonificaciones y similares" para promocionar su compra. El texto, ha sido remitido a las autonomías y representantes del sector (industria, colegios profesionales y consumidores) antes de su envío al Congreso de los Diputados, según fuentes de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN), que ha invertido dos años en su elaboración.

La disposición que veta los regalos ha desatado el malestar de las cadenas de comida rápida, que acabaría con productos como el Happy Meal de McDonald´s o el menú DiverKing, de Burger King. No obstante, declinan hacer declaraciones hasta que las medidas de la ley no se aprueben y sean efectivas, dentro de unos cinco meses. El veto publicitario también afectará a este sector incluso en internet, ya que el artículo 46.2 veta los anuncios de "hamburguesas, refrescos y dulces" en redes sociales como Tuenti o Facebook.

El Ministerio de Sanidad alega, antes de enunciar los 69 artículos, que la futura norma trata de dar una respuesta legislativa a "nuevos problemas en la nutrición de los españoles" y "proteger a los menores de una excesiva presión comercial".

CERCO AL ´VENDING´ Combatir la venta de productos pocos saludables en los colegios es otro propósito de la ley. Uno de sus artículos establece que las chucherías, bollería y bebidas con exceso de azúcares y grasas deberán desaparecer de "máquinas expendedoras, cantinas, bares o locales similares situados en el interior". En un principio se barajó la posibilidad de eliminar las máquinas de vending, pero los autores del proyecto se han decantado por obligarles a ofrecer productos saludables.

Los centros educativos enviarán a los padres una carta en la que se disponga de forma legible el menú que comerán sus hijos. También desaparecerá el menú único y deberán disponer de platos alternativos para alumnos celíacos o con otro tipo de trastornos alimentarios.

Con todo, la norma hace especial hincapié en la limitación de las grasas trans , que no deberán superar un 2% en cada alimento. Se trata de un ácido que está en los alimentos industrializados que han sido sometidos a hidrogeneración o a horneado, como la margarina, los productos comerciales de pastelería o los fritos. Disminuyen las lipoproteínas de alta intensidad --el llamado colesterol bueno --, aumentan las de baja y disparan los triglicéridos. Se usan para dar textura y estabilidad a los productos. "Es una disposición muy importante, recomendada por la UE, porque está demostrado que el consumo prolongado de estas grasas puede provocar problemas cardiovasculares", explicó el director de la AESAN, Roberto Sabrido en una reciente comparecencia en el Senado.