Finalizamos una semana en la que la mujer ha sido la protagonista, en la que se ha puesto de relieve la necesidad de seguir avanzando en la igualdad con los hombres. Se ha puesto blanco sobre negro la situación de falta de paridad en la que aún vivimos. Y todo esto se ha hecho sin agresividad, con la templanza que el movimiento de las mujeres ha ido adquiriendo con los años.

Es necesario reseñar la desazón que produce el comprobar, como se pone de manifiesto en algunas de las reflexiones que chicos muy jóvenes expresan en el corto de Irene Cardona , que en las nuevas generaciones hay quien sigue pensando que lo que la mujer pretende es suplantar al hombre. Un quítate tú para ponerme yo. Nada más lejos de la realidad. Sólo pretende, pretendemos, que nos dejen estar donde nos corresponde. Una semana hablando de las mujeres, sus demandas y exigencias desde la serenidad que da la experiencia. Paso a paso, sin prisas, pero sin detenerse un solo instante, el movimiento por la igualdad va avanzando. Sabemos que el camino es largo, es una carrera de fondo. Paso a paso, consiguiendo avances legislativos para que la paridad sea un derecho reconocido, pero conscientes de que el futuro solo lo conquistaremos si logramos cambiar los estereotipos que la sociedad graba en las mentes de los más jóvenes.

Esa es una labor que debe realizarse desde casa, en un insistente trabajo de los padres, enseñando que hombres y mujeres no venimos al mundo con papales diferentes, y reeducando a los hijos frente a los mensajes estereotipados con los que se les bombardea, por ejemplo, desde el ámbito de la publicidad.

Es una larga maratón, que requiere perseverancia, pero que estoy segura acabaremos por ganar. No para ser más, sino para ser iguales.