El barco reunía todas las condiciones para navegar y la tripulación conocía bien la zona, pero nada pudo hacer ante un temporal de fuerza 11, con olas de 10 metros, vientos de más de 100 kilómetros por hora y una visibilidad casi nula. Un marinero muerto, cuatro desaparecidos y tres supervivientes es el resultado provisional del naufragio del pesquero Cordero , en la madrugada de ayer, a la altura del cabo Prior, al noroeste de A Coruña.

Los tres supervivientes --dos españoles y un indonesio rescatados por dos buques en alta mar tras pasar más de dos horas en las gélidas aguas atlánticas-- fueron ingresados en un centro hospitalario con distinto pronóstico. Mientras uno de los marineros gallegos permanecía al cierre de esta edición en la uci del Hospital Juan Canalejo de A Coruña, sus compañeros seguían en observación por los síntomas de hipotermia que presentaban.

La bravura del temporal obligó a levantar parcialmente el dispositivo de búsqueda y rescate de los desaparecidos. Tan solo el buque Don Inda , mantuvo su posición en la zona merced a su mayor capacidad para hacer frente a las adversas condiciones meteorológicas.

No obstante, Salvamento Marítimo anunció que el dispositivo --cuatro helicópteros, un avión de rastreo y dos embarcaciones de intervención rápida-- volverá a pleno funcionamiento cuando mejore el tiempo.

El armador del Cordero , José María Santiago, explicó ayer que el buque siniestrado era una embarcación de litoral, de las que vuelven a puerto cada uno o dos días en función de las capturas. Ayer, relató el empresario, en el momento del naufragio, regresaba a la base donde tenía que embarcar un marinero indonesio para la campaña de la caballa, en la que se suele reforzar la tripulación de este barco.

La localidad coruñesa de Ribeira bullía ayer de indignación contra el armador por "mandar a la mar" a los marineros con olas de ocho metros que los meteorólogos ya preveían.