Una delegación de pescadores gallegos acudieron ayer a la bahía de Arcachon (en la costa atlántica de Francia) para informar sobre los mejores métodos para recoger fuel.

El primer consejo que ofreció a sus colegas el vicepatrón mayor de la cofradía de Vigo, Julio Alonso, fue que no perdieran el tiempo en discutir con la Administración y que se echaran a la mar cuanto antes para recoger las placas de hidrocarburos "aunque sea con las manos". El objetivo, añadió, es evitar como sea que el chapapote logre llegar a las playas. Alonso impresionó a los marineros congregados al asegurar que "el único sistema eficaz es el cuerpo a cuerpo con el enemigo".

ESPERANZA

Así lo hicieron ellos: Julio Alonso, José Manuel Saavedra y Hermindo Castro. Sus explicaciones causaron sensación y devolvieron la esperanza a sus colegas franceses. Además de narrar sus experiencias, los pescadores también mostraron imágenes de su frenética lucha contra la contaminación del Prestige . Las escenas horrorizaron literalmente a los pescadores. "Se ha demostrado que hay que trabajar en altar mar, tomar el toro por los cuernos e impedir como sea que el chapapote llegue a la costa", insistieron.

Su presencia en Arcachon respondió a una invitación de las autoridades marítimas de Brest (Francia). Nada más conocerse la llegada del chapapote a las costas francesas, Caroline Lelanchon --del instituto europeo de estudios marítimos-- envió al centro de investigación sobre contaminación marina (Cedre) la información sobre el sistema artesanal de recuperación de fuel en alta mar inventado por los pescadores de Vigo.