Las matanzas de unos cien campesinos cometidas hace seis años por la organización paramilitar AUC en el norte de Colombia han quedado en la impunidad, denunció ayer en Bogotá una organización no gubernamental (ONG).

La Comisión Intereclesial de Justicia y Paz (CIJP) criticó que las investigaciones sobre los casos, dos de los cuales dejaron 48 víctimas mortales, han ocultado la forma sistemática de los hechos.

"También han tergiversado y ocultado las responsabilidades institucionales", agregó la ONG al recordar en un comunicado que hace seis años los paramilitares de ultraderecha se retiraron del área de las matanzas tras una campaña criminal de cinco días.

Los crímenes colectivos fueron cometidos por reductos de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que del 15 al 19 de febrero de 2000 recorrieron los caseríos rurales de El Salado, Córdoba, Canutalito y Flor del Monte, en una conflictiva zona.

La CIJP recordó que las mayores matanzas ocurrieron el 17 y el 18 de febrero en Canutalito y El Salado, donde los paramilitares mataron a 42 y a 46 campesinos, respectivamente.

"Las víctimas fueron amordazadas, torturadas y luego degolladas (...) frente a mujeres y niños", observó la misma fuente, que indicó que los paramilitares saquearon y quemaron domicilios, y también cometieron abusos sexuales.

Una "persona encapuchada" que iba con los agresores señaló a quienes debían morir, según advirtió la ONG, que planteó que la campaña criminal fue realizada "con la aquiescencia y complicidad" de tropas de la Armada Nacional.