Cada año se diagnostican en España 4.500 casos de psicosis, de los que cerca del 40% corresponden a menores de edad, ya que es una enfermedad que se suele manifestar al final de la adolescencia y principio de la edad adulta y que, además, se puede acelerar con el consumo de cannabis.

La psicosis, según explica a Efe el psiquiatra de la Unidad del Niño y Adolescente del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, David Fraguas, es un conjunto de trastornos mentales que se caracterizan por la presencia de síntomas que alteran la percepción y comprensión de la realidad -como delirios y alucinaciones- y por las dificultades emocionales y de procesamiento de la información. Estos cambios dan lugar a la pérdida de relaciones sociales, de rendimiento laboral o académico, entre otras consecuencias, que hacen que el individuo cada vez se aísle más en sí mismo.

Precisamente ese aislamiento es lo que puede darse como un aviso de que la persona puede padecer psicosis, así como el cambio brusco de conducta, la ansiedad y depresión, si bien aclara que no todas las personas que tienen estos síntomas desarrollarán la patología. «El 30% de las personas que tienen síntomas sí desarrollarán psicosis pero el 70%, no», sostiene Fraguas, quien también es consultor de la Fundación Manantial, entidad sin ánimo de lucro que fue fundada por asociaciones de familiares para la atención integral de personas con problemas de salud mental.

El psiquiatra comenta que la enfermedad suele aparecer entre los 15 y los 30 años de edad, que es cuando se dan los primeros episodios. el 35% y el 40% de los nuevos diagnósticos son de menores.