Valencia sufrió ayer la catástrofe más grave de la historia del metro en España cuando el vagón cabecero de un convoy descarriló, volcó y luego fue embestido por el segundo vagón. Como consecuencia del impacto, murieron 37 personas y otras 47 resultaron heridas, de las cuales 12 continuaban anoche hospitalizadas, cinco de ellas graves y dos en estado crítico. La rotura de una rueda, el exceso de velocidad o ambos factores juntos figuran entre las posibles causas del accidente, aunque el consejero valenciano de Transportes, José Ramón García Antón, calificó de "prematura e imprudente" cualquier hipótesis.

Todo sucedió a las 13.04 horas en el túnel subterráneo que conduce a la parada de Jesús de la línea 1, en dirección Torrent. En un primer momento, la Subdelegación del Gobierno en Valencia atribuyó la causa del accidente a la trágica combinación de una rueda rota y un exceso de velocidad, pero luego las autoridades remitieron a la comisión investigadora que llevará el caso, en el juzgado de instrucción número 21 de Valencia. Una unidad especializada en grandes catástrofes del Cuerpo Nacional de Policía se desplazó desde Madrid para ayudar en la investigación.

IDENTIFICACION COMPLEJA Todos los fallecidos viajaban en el primer vagón o, más exactamente, en la primera unidad articulada del convoy, formada a su vez por dos vagones. Los cadáveres fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de la Ciudad de la Justicia de Valencia, donde se les practicará la autopsia. El proceso de identificación será lento debido a la gran complejidad, por lo que se ha pedido la máxima colaboración por parte de los posibles familiares.

Tras la colisión, y en medio del pánico, los supervivientes salieron como pudieron del túnel, algunos saltando por las ventanas de los vagones, entre cristales rotos y arrastrándose por el suelo. No hubo incendio, pero sí una densa niebla. También fueron evacuadas las cerca de 150 personas que se encontraban en el andén de la estación. Comisiones Obreras acusó a las autoridades de "precipitarse" al atribuir las causas del accidente a un exceso de velocidad y denunció que la línea 1, la más antigua de la red del metro valenciano, sufre un "constante deterioro" y estaba "falta de conservación". Para CCOO, "empezar a hablar tan pronto de un fallo humano, sin haber realizado un estudio serio, refleja una excesiva frivolidad".

El pasado septiembre, 35 personas resultaron heridas tras un choque en el que se vieron implicadas tres unidades de la misma línea. Javier García, representante de Transportes de la UGT valenciana, ha recriminado que se haya confiado el mantenimiento de las máquinas a una empresa privada, porque cree que la Administración ha perdido el control de esas faenas.

El metro accidentado es un UTA M-300, que está equipado con un sistema automático de velocidad. El conductor maneja el convoy, pero si excede los 50 km/h unas señales acústicas y luminosas le advierten de que está en el límite. A los 70 km/h la máquina recibe la orden a través de la vía y se para por completo.

Lo que parece totalmente descartado es la hipótesis de un atentado y también el desmoronamiento accidental de una pared lateral del túnel. "No se descarta ninguna hipótesis, pero se sabe seguro que no ha sido intencionado", indicó el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Antoni Bernabé.

HOSPITALES DE CAMPAÑA Nueve unidades de bomberos, medios sanitarios y policía local y autonómica ayudaron en las tareas de rescate y la Generalitat valenciana preparó un dispositivo de atención psicológica para los familiares. Además, Protección Civil y la Consejería de Sanidad instalaron dos hospitales de campaña en las inmediaciones de la estación de Jesús.

Según el balance vespertino facilitado por el portavoz del Gobierno valenciano, Vicente Rambla, dos de los 47 heridos se hallan en estado crítico. El maquinista del vagón que volcó resultó herido, pero su vida no peligra.

Los accesos al lugar del suceso se cortaron y se estableció un perímetro de seguridad. También se suspendió la circulación de las líneas 1 y 2 del metro, que son las que pasan por la estación afectada. Asimismo, se cortó el suministro eléctrico de la catenaria para que los efectivos pudieran trabajar con seguridad.

Como consecuencia del accidente, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha decidido acortar el viaje a la India y regresar esta noche a España. El siniestro ha ocurrido a pocos días de la visita del Papa a Valencia, el próximo sábado, lo que no cambiará su programa.

La Generalitat valenciana ha dispuesto el número 900461046 de información sobre la identidad de los afectados y de apoyo psicológico a las víctimas y a sus familiares. La policía ha dispuesto los números 963539697 y 963539698 para información.