Han tenido que pasar 46 años para lograr una cifra de siniestralidad tan positiva. Desde 1963 no se lograba bajar de las 400 víctimas entre julio y agosto. Este verano las carreteras españolas se han cobrado 377 vidas, 70 menos que el año pasado pero, sobre todo, 1.000 menos que hace dos décadas. El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, recalcó ayer que los datos demuestran que la política de seguridad vial da resultados.

En 1989 hubo 1.378 muertos. Año tras año se ha ido bajando hasta las 377 de este verano, lo que representa seis víctimas al día. El titular de Interior destacó que esta rebaja hace que estén "satisfechos" por "el dolor y sufrimiento que hemos ahorrado".

Uno de los datos más relevantes en la comparación entre 1963 y este año es la diferencia entre el parque de vehículos de entonces y de hoy. Frente a los 1,7 millones de vehículos de hace 46 años, hoy circulan por España 31 millones. De los cuatro millones de conductores de entonces se ha llegado a los 25,5 millones de automovilistas.

Por meses, agosto ha sido más negro que julio, como es habitual por el aumento del número de desplazamientos. El mes pasado murieron 200 personas y, en julio, 177. A pesar de la crisis, que supondía que los ciudadanos no salen tanto, Tráfico dice que ha habido un 2,2% más de trayectos por carretera que en 2008. Rubalcaba destacó la edad de las víctimas. En el grupo de entre 25 y 34 años se ha registrado un descenso del 58% respecto al 2003. El ministro subrayó que esta información "rompe el mito" de que la juventud es "menos reflexiva" e "impermeable" a las campañas de Tráfico.