Una mujer que trabajó como secretaria en la multinacional de bebidas Coca-Cola y trató de vender a la rival, Pepsi, los secretos de su empleador, fue sentenciada hoy por un tribunal de Atlanta a ocho años de cárcel.

Joya Williams, de 42 años, podría haber recibido una pena de hasta diez años de prisión por un cargo de conspiración en un intento frustrado para vender los materiales por al menos 1,5 millones de dólares.

Un jurado declaró culpable a Williams el 2 de febrero al término de un juicio en un tribunal federal de Atlanta (Georgia), donde Coca-Cola tiene su sede central. "Éste es el tipo de delito que no puede tolerarse en nuestra sociedad", declaró el juez federal J. Owen Forrester cuando dictó la sentencia.

Ibrahim Dimson, otro de los acusados, recibió una sentencia de cinco años de prisión. El tercer inculpado, Edmund Duhaney, recibirá su sentencia más adelante. Dimson y Duhaney se habían declarado culpables.

El plan fracasó porque empleados de la Pepsi alertaron a la empresa rival después que recibieron una carta de uno de los cómplices de Williams en la que se solicitaba dinero por la información.

Williams había trabajado como asistente administrativa del director global de marcas de Coca Cola y, según la fiscalía, se apropió de documentos confidenciales de la firma y muestras de productos que todavía no habían salido al mercado con el propósito de venderlos a Pepsi. La defensa argumentó que Williams fue engañada por dos individuos con antecedentes de estafas y que ella no cometió delito alguno.