El escritor Arturo Pérez Reverte demostró ayer que conoce a fondo "los entresijos idiomáticos" del Siglo de Oro al recrear en su discurso de ingreso en la Real Academia Española el habla marginal que utilizaban los rufianes y valentones de la época, aquellos que "vivían mitad de las mujeres, mitad de alquilar su espada".

Fue un alarde lingüístico que, sin duda, sorprendió y divirtió a muchos de los asistentes al acto, que estuvo presidido por el Príncipe.

Durante una hora, más de uno pudo tener la sensación de que Pérez Reverte (Cartagena, 1951) no ingresaba solo en la Academia. Lo hacía acompañado por algunos de los personajes del Capitán Alatriste, esa serie con la que el escritor trata de explicarle a los jóvenes "la España en la que hoy vivimos".

"Somos lo que somos porque, para bien o para mal (a menudo más para mal que para bien) fuimos lo que fuimos", dijo el autor de La reina del sur al contar por qué había elegido para su discurso el habla de germanía, una jerga que le es familiar desde que en 1995 comenzó con las aventuras del Capitán Alatriste. El nuevo académico jalonó su discurso de citas de Cervantes, Lope de Vega, Quevedo y Calderón para ilustrar el habla de los rufianes del XVII y contar un día cualquiera de esos espadachines.