Las autoridades francesas han lanzado una alerta sanitaria dirigida a las mujeres que se hayan sometido a un aborto las clínicas de Barcelona gestionadas por el ginecólogo Carlos Morin al conocer que este médico es seropositivo. Dicho facultativo permanece imputado en una investigación judicial abierta en la capital catalana por la presunta interrupción de embarazos efectuados más allá de los plazos legales, incluso en el octavo mes de gestación.

Según la dirección general de Sanidad, entre 700 y 800 francesas podrían haber estado expuestas al riesgo de contagio del sida antes de noviembre del 2007, fecha en que la policía registró las clínicas de Morin.