Nunca es tarde para detener a un asesino. Esta es la máxima del grupo de homicidios creado por la Comisaría General de la Policía Judicial, y que se encarga de esclarecer crímenes pendientes. No importa cuánto tiempo haya pasado; "siempre se encuentra una nueva pista de la que poder tirar", dice el comisario jefe Angel Luis Galán Díez.

La unidad, integrada por una veintena de inspectores bregados en la investigación de homicidios y especialistas en la resolución de desapariciones con crimen de por medio, fue creada hace un año por el comisario general de la Policía Judicial de la Dirección General de la Policía, Juan Antonio González García.

El nuevo perfil del delincuente que actúa en España --sobre todo extranjero, armado y sin demasiados prejuicios para apretar el gatillo-- ha disparado la cifra de homicidios. Los ajustes de cuentas, los atracos y la violencia doméstica encabezan el ránking . Los agentes sostienen que es un error pensar que en España sólo asesinan los extranjeros. La violencia desmedida y gratuita también ha calado entre los delincuentes autóctonos.

"Somos una unidad itinerante. Vamos cuando nos necesitan, para agilizar una investigación paralizada desde hace años por la falta de nuevas pistas o bien para reforzar plantillas de jefaturas provinciales con escasez de investigadores", indica Galán.

El último destino de este grupo de investigadores, ubicados en Madrid y que dirige el inspector jefe Ricardo Sánchez, ha sido Tarragona. Tras varias semanas de trabajo, el 21 de abril detuvieron a un joven de 20 años acusado de ser el responsable del asesinato de Aurora Mancebo, la joven tarraconense que el 27 de febrero del 2004 se fue de casa y nunca regresó. El presunto asesino duerme entre rejas, pero el tema seguirá abierto hasta que aparezca el cadáver de la joven.

Melilla fue la anterior plaza en la que trabajaron. El 9 de marzo fueron encontrados los cadáveres de un joven matrimonio judío. Ella, embarazada de ocho meses, fue cosida a puñaladas, igual que su marido. Un incendio intencionado intentó, en vano, borrar las pistas que finamente condujeron hasta un albañil marroquí que mató al hombre por una deuda de cinco euros de unas obras en casa, y luego asesinó a la mujer por ser testigo del crimen.

TRIPLE CRIMEN Esperan tener la misma "suerte" en la resolución del triple crimen de Burgos. En junio pasado fueron encontrados asesinados un matrimonio y uno de los dos hijos de la pareja, de 11 años. "Es un tema muy complicado. Pero es en estos casos donde el buen investigador demuestra que realmente sirve. No puede desanimarse, y mantenerse firme aun ante la aparente ausencia de pruebas", indica el comisario.

Otro tema abierto en el que trabaja este grupo de especialistas es el del asesinato de la joven viguesa Déborah Fernández, de 22 años. Desapareció el 30 de abril del 2002, mientras practicaba footing en las inmediaciones de su domicilio.

Su cadáver fue descubierto días después. La autopsia complicó todavía más la investigación. Los forenses aseguraron que el cadáver no registraba ni una muestra de violencia, ni agresión sexual, y que podría haber muerto accidentalmente. Pero entonces, ¸quién y por qué ocultó el cadáver? Y por qué el cuerpo apareció desnudo. Los investigadores ya se han entrevistado con más de 200 personas.

También en Galicia sigue abierta la investigación por la desaparición, hace siete años, de María José Arcos. La joven salió del domicilio familiar de Santiago de Compostela a pasar unos días a la playa, con un amigo, y nunca más volvió. Su familia no se rinde.