Diego L. B., tiene 4 años y es la cuarta vez que da con sus huesos en un orfanato. Y no es por falta de padres. Diego tiene padres biológicos, otros preadoptivos y los servicios sociales de Castilla y León, que en este momento ostentan su tutela subsidiaria. La madre biológica dejó "desamparado" al menor hace un mes en Madrid. Los servicios sociales de esta comunidad recogieron a Diego y anteayer lo trasladaron a un centro de menores de Salamanca.

A Diego se le conoce como el niño de El Royo , porque de ese pueblo de Soria son los padres preadoptivos a los que un juez de Salamanca retiró la custodia en octubre del 2000 para dársela a los biológicos, ambos enfermos mentales. La madre padece un trastorno bipolar y el padre está ingresado en un psiquiátrico de Alicante porque en abril pasado intentó incendiar su casa.

Los hechos que desembocaron en la desprotección del niño son confusos. Algunas fuentes apuntan que fue recogido en el Metro de Madrid cuando su madre, Margarita Bernal, pedía limosna, pero ella lo niega. Los servicios sociales aseguran que la progenitora, acompañada de su hijo, ingresó de urgencias en el Gregorio Marañón por una crisis de ansiedad el 23 de septiembre. Y añaden que se hicieron cargo de Diego al constatar que su madre requería quedar ingresada.

SENTENCIAS POLEMICAS

El niño estuvo en un centro de menores de la capital hasta el miércoles, cuando fue trasladado a Salamanca. La consejera de Familia de Castilla y León, Rosa Valdeón, informó ayer de que la Junta ostenta ahora la "tutela subsidiaria" hasta que el juez se pronuncie. Será precisamente el mismo juez que retiró la custodia de Diego a sus padres preadoptivos de El Royo --el titular del Juzgado de Primera Instancia número 6 de Salamanca, Luciano Salvador-- quien decidirá ahora su futuro.

Todas las instancias implicadas en el caso discreparon de las sentencias de este juez, hasta el punto de que la Junta recurrió al Supremo para paralizar su ejecución. No tuvo éxito. Diego vivió hasta los 21 meses en El Royo. Luego fue entregado en custodia a la hermana de Margarita, que renunció a la tutela. El juez se la otorgó entonces a la madre biológica, apoyado en un informe psiquiátrico que consideraba que eso sería "positivo para la recuperación mental" de la mujer.

Los padres preadoptivos expresaron también ayer su deseo de recuperar al pequeño, "aunque sea temporalmente".