«La buena práctica médica está ligada a la evidencia científica». Carmen Montón, consellera de Sanitat de la Generalitat valenciana, recordó ayer esta máxima para explicar por qué su departamento ha enviado una instrucción a todos sus centros de salud en la que recuerda que la homeopatía y otras prácticas -como la osteopatía, el quiromasaje, el reiki, la acupuntura, el drenaje linfático, la reflexología o la terapia floral- están fuera de los servicios ofertados por el Sistema Nacional de Salud y que por lo tanto está prohibido su desarrollo.

Este documento -que los centros deben hacer llegar a todo el personal sanitario- advierte también que no se puede hacer promoción de estas «seudociencias» que «no curan y generan confusión». La consellera valenciana subrayó en su intervención que la Administración debe «diferenciar entre los productos que cuentan con un respaldo de la medicina basada en la evidencia respecto a todos aquellos que no han demostrado su eficacia».

En el caso de la homeopatía, la guerra es más abierta y Montón ha remitido una carta a Dolors Montserrat, ministra de Salud, para pedirle que se le retire el reconocimiento como medicamento que el Gobierno de Rajoy le otorgó mediante Real Decreto en el 2015.