El satélite europeo GOCE, un medidor de la gravedad, está generando datos del campo gravitatorio de la Tierra y enviándolos "con una precisión sin precedentes", según ha informado hoy la Agencia Europea del Espacio (ESA)

El aparato, que fue enviado al espacio el pasado 17 de marzo con el objetivo de medir el campo gravitatorio terrestre y la circulación oceánica, está previsto que tenga una vida útil de unos dos años.

"Estamos muy satisfechos con lo que hemos visto del gradiómetro desde el momento en que fue encendido. Todos los acelerómetros gozan de buena salud y están produciendo datos muy significativos", comenta el jefe de proyecto de GOCE, Danilo Muzi.

Sistemas activados

Con el gradiómetro encendido, quedan activados ya todos los sistemas del satélite. Concretamente, el sofisticado sistema de propulsión iónica del satélite fue encendido la semana pasada y continúa funcionando con normalidad.

La ESA explica que, con el fin de obtener el máximo rendimiento del gradiómetro, GOCE fue diseñado para proporcionar un entorno muy estable y sin perturbaciones. Aún así, tiene que orbitar la Tierra lo suficientemente cerca como para medir variaciones mínimas en la gravedad, lo que le obliga a soportar una resistencia considerable producida por las capas superiores de la atmósfera.

Caída libre

GOCE fue insertado en órbita a una altitud de 283 kilómetros el pasado 17 de Marzo. Desde entonces, ha estado cayendo libremente entre 150 y 200 metros por día y continuará haciéndolo hasta que entre en el modo de compensación de la resistencia, a una altitud de 273 kilómetros.

A esta altitud el satélite compensará de forma activa los efectos de la resistencia aerodinámica, y sus instrumentos científicos comenzarán una fase de seis semanas de puesta en servicio y calibración. Finalmente, los expertos prevén que la fase de operaciones de la misión comience en verano del 2009.