La guerra de Irak ha vuelto a la televisión y a los principales diarios de EEUU con Over there , la nueva serie de Steven Bochco. El primero de los 13 capítulos se estrenó el miércoles en el canal FX y, con 4,1 millones de seguidores, fue el show más visto de las diez de la noche en el cable. El autor de Canción triste de Hill Street , Policías de Nueva York y La ley de Los Angeles se ha apuntado otro éxito, aunque éste con más críticas que de costumbre.

"Si no intentas cosas que son provocativas y un reto, no estás en el negocio del arte", ha dicho Bochco para defender su serie, la primera de EEUU que aborda un conflicto bélico en marcha. Chris Gerolmo, guionista de Arde Mississippi y de Over there , también la defiende: "Es un asunto natural para televisión. Tiene el drama de Ley y orden, la acción de 24 y la sangre de CSI. Y es real. ¿Por qué no escribir de esto si tratas a la gente con todo el respeto? Damos una visión poderosa y visceral que las noticias no pueden dar".

Pese a la controversia sobre la violencia, las escenas de combate y el lenguaje sobre todo destacan las críticas por "hacer la serie completamente apolítica".

Para Gerolmo, su idea es "crear entretenimiento convincente". Argumento que apoya John Landgraf, presidente de FX Networks: "Cuando empezaron a indagar en la vida de los soldados, la pregunta de si debían o no estar allí se evaporó".

LOS REPROCHES

Los Angeles Times reconoce que la serie, que combina lo que viven hombres y mujeres en el frente con las batallas que libran sus familias en casa, aparenta tener "buenas intenciones e investigación", pero dice que "cae víctima de convenciones y de falta de curiosidad sobre sus personajes y el escenario". The New Yorker afirma a que quizá Bochco no tenía otra opción: "Arriesgarse a decir la verdad más allá de que los soldados mueren en la guerra y que las cosas son duras para los que se quedan en casa es condenarse a ser tildado de antipatriota".

Por su parte, The New York Times asegura que Over there es una serie "inteligente y apasionante". Mientras que The Washington Post crítica las escenas "manipuladoras y los clichés", pero apunta que "los puntos flacos se difuminan ante las duras virtudes: suspense, tensión y un palpable sentido de profunda consternación". Además, Steven Bochco tiene, de momento, lo que más cuenta en el mundo de la televisión: éxito de público.