La mejora de la logística y las nuevas 'apps' han abierto una amplia oferta de compra de productos frescos desde el ordenador y el móvil en la que compiten desde los supermercados tradicionales (Carrefour, Dia, Eroski, Alcampo…) como los gigantes del comercio electrónico (Amazon y El Corte Inglés), los nuevos repartidores (Glovo), los supermercados solo 'online' (Ulabox) y los especialistas en compras dedicadas (Deliberry, Lola Market, Manzaning o Ulabox).

En el último año (octubre del 2016 al del 2017), el comercio electrónico ha crecido en España un 23,4%, según datos de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC). Las ventas de hipermercados, supermercados y alimentación suponen ya el 3,3% del total y son el octavo sector en facturación, justo por debajo de la ropa, pero aún muy lejos de los billetes de avión, que siguen batiendo récords.

En dos años, supermercados, hipermercados y tiendas de alimentación han prácticamente se ha duplicado el número de transacciones a través de internet, y han pasado de realizar 1.119.476 en junio del 2015 a 2.244.013 en junio del 2017. De estas, la mitad se realizan dentro de España 1.003.304, y el resto se facturan a empresas de fuera. Solo unas 100.000 operaciones son exportaciones.

Distribución eficiente

Los supermercados tradicionales tienen una larga tradición de venta electrónica que les ha permido plantar cara a súpers únicamente 'online' como Ulabox. Condis fue la primera y se fueron sumando Eroski, Caprabo, Carrefour y el resto. Hoy, solo Lidl no vende 'online' y Mercadona aún lo hace muy tímidamente. Para la patronal Asedas, la compra por internet apenas supone el 1% de la facturación de hipermercados y grandes supermercados, aunque admiten que "crece". "A diferencia de otros países, en España siempre hay una tienda o un supermercado tan cerca que prácticamente no hace falta comprar 'online'. Lo que más se compra son productos voluminosos y no perecederos tipo bebidas o papel higiénico, y lo que menos lo fresco, porque a los compradores les gustan ver los productos", explica fuentes de la patronal de la distribución.

Sin embargo, en El Corte Inglés se puede elegir cómo se prefieren las piezas de carne o pescado al corte (si entero, preparado…) y Amazon, que entró en alimentación en España en el 2015, los reparte incluso en menos de 12 horas. En Madrid tienen ya un acuerdo con el Mercado de la Paz y en Barcelona solo sirven productos frescos del supermercado Día.

Amas de casa

El auge del comercio en el móvil ha propiciado la aparición de 'apps' que envían a personal supuestamente experto a comprar a mercados y supers y envían la compra a casa del cliente. Es el caso de Deliberry, que emplea a amas de casa, de Lola Market, que absorbió a Comprea este pasado año y que sirve en Madrid y Barcelona en una hora, o de Manzaning. Lola Market trabaja con tiendas de la Boqueria y Santa Caterina.

Los últimos en entrar son los repartidores de todo tipo de producto. Glovo estrenó a mediados del pasado diciembre un servicio para compras llamado SuperGlovo, en el que aparece un listado de productos como los disponibles en cualquier tienda. Una persona de la tienda lo prepara y el repartidor lo va a buscar. También aceptan pedidos en un listado de tiendas que figura en su web o, como es el espíritu de la empresa, van a buscar cualquier producto concreto o la lista de la compra. "Mientras quepa en la caja del repartidor y no supere los nueve kilos vale todo", afirma un portavoz de la 'app'.

Las naranjas fueron las pioneras en la red

Antes que supers y mercados, fueron los pequeños productores agrícolas se bregaron en la red con webs y logísticas y se convirtieron en los pioneros del comercio electrónico de comida. Naranjas Lola comenzó en 1998 y han ido expandiendo a la mayoría de restaurantes con estrella Michelín y a centenares de particulares, explica su fundador, Federico Aparici. "Comenzamos enviando las naranjas y pidiendo que nos pagaran cuando las hubieran probado porque la gente no se fiaba de comprar por internet. Siempre había algún espabilado, pero intentamos cobrar", ironiza.

Ahora el sistema ha evolucionado y tienen códigos para que sus clientes puedan automatizar el pedido que ya incluye todo tipo de cítricos, mermeladas y cocas. Tras ellos, otros agricultores han dado el salto online con productos ecológicos y de kilómetro cero no siempre apreciados en la gran distribución.