Dos orejas consiguió ayer el diestro extremeño, Miguel Angel Perera en el festejo del ciclo colombino de Huelva. Fue una menos que la que se llevó el otro extremeño que ayer tuvo tarea en Pontevedra, en la jornada de reivindicación de la fiesta taurina, Alejandro Talavante.

Junto a El Juli, que se llevó también dos trofeos, Perera abrió faena de muleta con un pendulazo en los medios ligados a varios derechazos por delante de notable enjundia. Se acopló el torero por los dos pitones, mejor aún en la distancia corta en las postrimerías. Faena vibrante premiada con el doble trofeo. Con el sobrero, toro muy quedado, Perera cuajó una faena de más a menos que no tuvo refrendo con la espada. El otro alternante, Morante de la Puebla toreó a su primero a media altura con la mano derecha. Al natural no llegó a acoplarse. Pese a la estocada caída cortó una oreja.

Por su parte, Talavante consiguió una oreja en una tarde muy emotiva por el regreso a los ruedos de Julio Aparicio, que se quedó a las puertas del triunfo por la intransigencia del "palco". Este se fundió con Talavante en el segundo y con Daniel Luque en el sexto en sentidos abrazos previos a largas dedicatorias y que por los gestos entre ellos lo dicen todo.

El extremeño se quedó sin trofeo en el segundo por su mala espada. Había tenido la faena muy buena compostura en lo artístico y el valor del hieratismo al pasarse los toros muy cerca y quedándose muy quieto. En el quinto hubo menos reposo pero también el trasteo tuvo mucha intensidad. Aquí funcionó la espada a la primera y cayó la oreja. El máximo trofeo de la tarde en Pontevedra lo tuvo Daniel Luque, que cortó tres orejas y salió a hombros en el segundo festejo de la feria de la Virgen de la Peregrina.