El tema de Lorca es él mismo y sobre él 280 artistas han imaginado ángulos, lados, partes de una personalidad múltiple, trágicamente desaparecida en la juventud y han ironizado sobre ella, la han envuelto en símbolos, con algo de amor, de admiración, de respeto. Así ha surgido una exposición singular (abierta ahora en la Biblioteca de Extremadura en Badajoz) en torno a una de las personalidades más singulares de la historia de España (cabría decirse del siglo XX, pero el poeta parece lanzado hacia el futuro en la memoria de sus lectores, de sus admiradores).

Promovida por el Forum Filatélico, esta institución propuso un juego a artistas de todas las corrientes actuales y todas las disciplinas plásticas, en torno a una imagen; el escritor posando para la cámara, vestido con chaqueta y pajarita de lunares, serio, aún adolescente.

EL VUELO

A partir de ahí, el vuelo imaginativo de los artistas ha recorrido su propio trayecto. Algunos, como los que se observan en esta página, han traído a colación símbolos que definen una parte de la obra lorquiana (la imagen de los guardias civiles, que remite al poema del Romancero gitano ), otros ironizan sobre la explotación del personaje poco menos que convertido en mito, en icono cultural (ahí se le ve bajo el amparo de sus propias letras: Lorca, que adoptan la grafía de la palabra Coca-Cola en el dibujo de Antonio de Felipe). Otros, en fin (Marta Marugán) lo llevan al terreno de la feminidad y lo trasvisten de ángel mujer.

La exposición incluye a autores como T pies, Genovés, Luis Feito, Brossa, y los extremeños Mon Montoya, Juan Barjola, Lourdes Murillo y Enrique Jiménez Carrero.