No tiene remedio. Alejandro Martínez Singul, tristemente conocido como el segundo violador del Eixample, fue detenido el miércoles por intentar violar la semana pasada en Barcelona a una chica de 12 años, la cuarta vez que reincide desde que abandonara la cárcel en el 2007. Había cumplido solo 16 de los 65 años de prisión al que fue condenado por 10 casos de agresiones sexuales entre 1989 y 1991 y la junta de tratamiento de Quatre Camins ya estimó entonces que no estaba rehabilitado. Ahora mismo, además, se encontraba en libertad provisional a la espera de que se hiciera firme una condena de otros dos años por intentar agredir sexualmente a dos mujeres en la calle París de Barcelona.

La última agresión se produjo igualmente en el Eixample. El pasado 1 de octubre, Martínez Singul seguía a una joven de 12 años que iba camino de su casa. Cuando la chica quiso subir a su piso, el violador se metió con ella en el ascensor, donde le exigió que le entregara los objetos de valor que llevaba y se bajara los pantalones. Al escuchar ruidos en el portal del edificio, Martínez Singul salió un momento, lo que la niña aprovechó para cerrar la puerta, subir y refugiarse en su casa.

Al denunciar, junto a su madre, el intento de violación, la joven identificó en la comisaría al segundo violador del Eixample en las fotos de supuestos violadores que le mostraron los agentes. Seis días después, los agentes localizaron a Singul, que en agosto había sido expulsado, por la presión vecinal, del piso donde vivía con su madre y padrastro en Lloret de Mar.

El fiscal pidió ayer el ingreso en prisión sin fianza debido a la gravedad de los hechos. Justo ayer también debía celebrarse la vista en la Audiencia de Barcelona del recurso que había presentado la defensa del violador contra la condena de dos años que le fue impuesto en junio. En aquella ocasión, se le juzgó por seguir a dos mujeres que salían del metro pero que lograron cerrarle la puerta de su casa antes de que entrara. Después, se masturbó ante ellas. Pero el juez decidió que no fuera a prisión mientras que la condena no fuera firme.