El volcán Etna entró en erupción en la isla de Sicilia en las últimas horas, dejando un espectacular río de lava por una de sus laderas y poniendo en alerta a las autoridades locales. Según el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia (INGV), la actividad del volcán se intensificó en la noche del miércoles y obligó a cerrar temporalmente los dos aeropuertos de Catania.

Las erupciones se produjeron en un cráter situado al sureste, en la ladera del desértico valle del Bove. El espectáculo de lava fue visible desde las ciudades de Catania y Taormina, y perdió intensidad ayer a primera hora de la mañana, cuando cesaron las explosiones en el cráter.

Esta disminución de la actividad volcánica permitió la reapertura ayer por la mañana del aeropuerto de Catania, la segunda ciudad más importante de Sicilia, que fue cerrado por precaución a última hora de la tarde de ayer ante la posibilidad de que el Etna pudiera expulsar cenizas.

Según el INGV, las señales registradas en los últimos días recuerdan a las fases preliminares de las violentas erupciones del 2006 y 2007, y no se descarta que la lava vuelva a correr por la ladera en las próximas horas.

200 TERREMOTOS La última gran erupción de este volcán de 45 kilómetros de diámetro localizado en el este de Sicilia, que estuvo acompañada de más de 200 pequeños terremotos, tuvo lugar en mayo del 2008.

El Etna, que se infla y se desinfla por la presión de su magma interno y cada año se expande más de un centímetro en dirección al mar, tiene unos 3.322 metros de altura y es la montaña más alta de Italia al sur de la cordillera de los Alpes.