El equipo del prestigioso programa Al filo de lo imposible se ha puesto manos a la obra de nuevo, con la intención de dar a conocer algunos de los últimos parajes vírgenes que evocan lo que fue el planeta antes de la llegada del hombre. El resultado es La Tierra que heredamos, un viaje que muestra lugares casi inaccesibles por los que apenas ha pasado el tiempo y que no han sido fagocitados por el afán civilizador del humano.

La serie, de tres episodios de una hora, es fruto de las filmaciones que durante más de 20 años ha ido recopilando, en sus diferentes expediciones, el equipo de Al filo... El primer episodio muestra cómo viven los habitantes de una zona tan agreste como el Tíbet. El capítulo intenta demostrar que el paisaje y el clima de una región influyen, entre otros factores, no sólo en el aspecto físico de la población, sino también en su carácter, su religión y su arte.

BELLEZA "PRIMITIVA"

Las montañas del Karakorum (las más altas del planeta, en el norte de Pakistán) y los polos norte y sur, con sus características aridez y frialdad, son los otros dos enclaves que vertebran la producción. "Las cámaras mostrarán paisajes de una belleza conmovedora, primitiva y casi olvidada", explica Sebastián Alvaro, director y guionista de La Tierra que heredamos .

El geógrafo y catedrático Eduardo Martínez de Pisón, que ya ha colaborado anteriormente con el programa, es el encargado de presentar la serie, dirigida a concienciar a los telespectadores de la importancia de conservar el crisol de riquezas naturales y culturales del planeta.

"Se trata de una herencia preciosa que habrá que conservar para las siguientes generaciones y que está cada vez más en peligro", comenta Alvaro. Un legado que incluye regiones como el desierto de Taklamakán, la selva de Yarlung Tsangpo, los bosques de la Patagonia o el monte Kailas, en el Tíbet.

La tierra que... La 2, 21.45