Ahora, bomberos (A-3 TV: Código fuego ). Estas teleseries que se dedican a peinar los gremios (policías, hospitales, estudiantes, periodistas...), aun siendo inofensivas, son muy pedestres. Intentan retratar la actividad laboral de un determinado colectivo, y la trufan con las historietas humanas que van surgiendo entre sus miembros. No hacen daño, pero a veces lo cursi, lo sensiblero, les desborda. En esta ocasión, la estrella es José Coronado. Es el sargento de un parque de bomberos de Madrid. Apaga toda llama que se le ponga por delante, aunque sea la de un mechero. Trabaja muy bien con la manguera. En el primer capítulo ya nos han enseñado un incendio. No ha sido El coloso en llamas , pero a base de quemadores de butano y golpes de pirotecnia fallera les ha salido bastante bien. Además, en el piso había unos niños, y estas escenas de salvamento de criaturas siempre enternecen. Pero es difícil hacer creíble una catástrofe con los medios que manejan hoy nuestras depauperadas teles. Ponen afición, pero no nos lo acabamos de creer.

Estamos mal acostumbrados desde el 11-S. Después de aquella retransmisión en directo del incendio y hundimiento de las Torres Gemelas, las catástrofes puedan recrear las teleseries --por más verosimilitud que intenten-- nos parecen incendios de opereta. Ya es eso.

A la que hay que felicitar efusivamente es a la vamp Mabel Lozano. Interpreta el papel de esposa de Coronado --virtuosa ama de casa con hijita y suegro--, pero se pasea por el piso con unos escotes espectaculares y tremendos. Quién sabe, como A-3TV está en venta, a lo mejor está usando restos de vestuario de cuando presentaba el show-martingala de Moreno, Noche de fiesta .