"El PSOE reitera que el AVE llegará en el 2010 y el PP dice que miente". Este es el titular que publicaba este diario hace poco más de dos semanas, pero la idea que expresa se ha convertido en una constante en la política regional durante los últimos meses. Y es que mientras la Junta se empeña en mantener la fecha de finalización a la que, repiten, se ha comprometido el presidente del Gobierno, la oposición alega que las fechas presupuestarias superan ese plazo y las previsiones de las estructuras eléctricas "llegan hasta el 2014", como adelantó EL PERIODICO el pasado 11 de septiembre.

Pero más allá de la disputa política, lo cierto es que cumplir el plazo marcado para el 2010 supone que el AVE extremeño entre en el Libro Guinness de los récords españoles español: tendría que construirse tres años, uno menos que el que precisó el que une Madrid y Sevilla. Las obras de este corredor, de 471 kilómetros, comenzaron en 1988 y fue inaugurado el 12 de abril de 1992, coincidiendo con la celebración de la Expo.

Pero no siempre la construcción de una línea de alta velocidad sigue tan buen ritmo. Así lo demuestra el caso del AVE a Barcelona, cuya ejecución --aún en marcha-- está acumulando tantos problemas. De hecho, el primer tramo (hasta Lleida), anunciado por el Gobierno socialista en 1988 y licitado a partir de 1993, no fue inaugurado por el Ejecutivo popular hasta el 2003. Además, no llegó a Tarragona hasta el año pasado y muchos dudan que, como asegura Fomento, llegue a la ciudad condal el próximo día 21.