El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, quiso ayer restar importancia a las víctimas civiles de la guerra comparando las muertes provocadas por las bombas con los accidentes de tráfico.

"El problema no es saber si hay víctimas. También hay víctimas en los accidentes de tráfico. Sólo en un año mueren en las carreteras de Estados Unidos el equivalente a la población de Lugo, pero eso no justifica que se prohíban los coches", dijo el veterano político. Fraga afirmó tener "una conciencia sumamente sensible", por lo que reiteró sus esperanzas en que la guerra de Irak finalice "cuanto antes".

Al dirigente gallego parece sorprenderle la trascendencia que se le da a los muertos de Irak, cuando se han producido en el mundo conflictos "gravísimos en los que nadie se fijó".