Ainhoa García Montero, la etarra detenida ayer en una operación policial llevada a cabo en Bayona, tenía fuertes vínculos con Extremadura; especialmente con la localidad natal de su madre, Acehúche, donde hasta hace unos años se trasladaba cada verano. Su padre era gallego y en el municipio cacereño, donde aún permanecen algunos de sus familiares, se le recuerda como una persona muy radical en sus ideales políticos.

Hasta que murió su abuela hace unos cuatro años, Ainhoa vivía a caballo entre Acehúche y la ciudad guipuzcoana de Hernani. Solía entablar fuertes discusiones de índole política, según atestiguan vecinos que la conocieron de cerca. "¡Hombre!, decía cada cosa, pero de ahí a que pensáramos que llegaría a sacar la metralleta y liarse a tiros...", señalan.

AGENTES EN ACEHUCHE

El Ministerio de Interior llegó, incluso, a buscar las pistas para su detención en el propio pueblo de Acehúche. Esto sucedió tras el asesinato de dos ertzainas a quemarropa, a principios de este año. En esa ocasión los agentes no encontraron nada porque sus mayores vínculos había desaparecido tras la muerte de su abuela. Después ya no volvería a la localidad cacereña.

La casa familiar, situada en la calle Maestro Alejandro, fue vendida con la muerte de la abuela. La localidad se vio muy sorprendida ayer tras ver por televisión la cara de la joven etarra, en busca y captura tras el doble crimen de los agentes. En todo el municipio se dispararon los comentarios cuando se hizo oficial la pertenencia de Ainhoa a ETA.

La etarra es considerada uno de las miembros de la banda más sangrientos. Como ejemplo sólo hay que recordar cómo Ainhoa, tras disparar a los dos ertzainas en Beasain, ésta se acercó a la agente, le disparó dos veces y la remató en el suelo con un tercer tiro. Asesinato que demuestra la frialdad de esta mujer a la hora de cometer los atentados.

También se le acusa del asesinato de dos trabajadores de la empresa Electra en la explosión de un coche bomba en febrero del 2001, que tenía como objetivo al concejal socialista Iñaki Dubreil. Además a Ainhoa se le imputa ser la nueva jefa de los comandos de la banda terrorista tras la desarticulación de la anterior cúpula.