En caída libre y sin visos de recuperación. La Memoria 2009 del Consejo Económico y Social de Extremadura, sobre la situación socioeconómica de la región, refleja una preocupante foto de la economía regional, nacional y internacional. No en vano, una de las principales conclusiones de sus autores es que "durante el 2009 la economía mundial atravesó una recesión económica de una magnitud desconocida en el último medio siglo". ¿Cuáles fueron sus efectos para Extremadura?

Uno de los más claros fue la caída generalizada que registraron todos los sectores productivos en la región, a excepción de la agricultura, que sube un 1%. En España, ni siquiera el citado sector se salva de un pleno de valores negativos, que se traduce en una caída del valor añadido bruto del 3,8%, por encima de la de la comunidad extremeña, que se queda en el -2,1%. Eso sí, algunos sectores de la región registran peores comportamientos que los índices nacionales, como la industria (-15,7% en Extremadura frente al -14,7% de España) y los servicios (-2% frente al 1%).

Crecimiento insuficiente

Esto situó al PIB extremeño en los 17.608,7 miles de euros, es decir, 16.301 per cápita, lo que supone el 71,23% de la media española y el 69,07% de la media europea. Ello a pesar de que esta magnitud creció más en la región que a nivel nacional entre el 2000 y el 2009 (2,79%), si bien no es suficiente para converger con la media de las comunidades autónomas.

El deterioro de la economía se traslada a las cuentas públicas, con sendas reducciones en los presupuestos para este año 2010 --que fueron aprobados el pasado 2009, objeto de estudio de la memoria del CES--. Además, su más dramática consecuencia es el incremento del paro, que en Extremadura pasó de los 100.000 desempleados el año pasado, colocándose en una tasa del 20,5% de la población activa.

En este punto resulta especialmente llamativo el elevado incremento de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), que siendo 167 el año pasado (un 111% más que el anterior) afectaron a 3.982 trabajadores, cinco veces más que el año previo. De todos ellos, 501 vieron extinguidos sus contratos, aunque el CES destaca que fueron más habituales los ERE temporales que los que implicaron despidos definitivos.

Fuera del ámbito meramente económico, la memoria del Consejo recoge la "consolidación y leve incremento" de la población extremeño, que alcanzó el año pasado 1.102.410 habitantes, 4.666 más que en el 2008. Eso sí, los responsables del estudio destacan que la poblacón mayor de 65 años alcanza ya el 19% del total, frente al 16,6%.