La "velocidad inadecuada" del turismo de la marca BMW fue la causa del accidente de tráfico del pasado sábado en Oliva de Mérida, que provocó la muerte de siete personas, los cuatro jóvenes que viajaban en ese coche y otras tres personas que lo hacían en otro vehículo, un Citroen C-5, contra el que chocó frontalmente. Así lo confirmó ayer la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, que recordó que en la vía en la que ocurrió el siniestro, la EX-336 que une Villagonzalo con Oliva de Mérida, la velocidad está limitada a 90 kilómetros por hora y, aunque a la que iba el BMW aún no se puede precisar (la investigación sigue en marcha), lo cierto es que el conductor, de 25 años, perdió el control del coche. El único superviviente de la tragedia, un menor de 14 años, fue intervenido quirúrgicamente la noche del domingo en el hospital de Mérida para tratarle una perforación intestinal y su estado es grave, según indicó ayer la Junta. El niño, que perdió a sus padres en el accidente, permanecía ayer ingresado en la UCI de este centro hospitalario, intubado y con respiración asistida.

Pereira explicó que el BMW "tomó la curva a una velocidad inadecuada" con lo cual "perdió el control del coche y pasó al otro carril". En todo caso, recalcó, "hay que determinar cuál era esa velocidad porque no se puede saber hasta que no se haga una reconstrucción completa de ese accidente". Además, señaló que todavía no se tiene información sobre si el conductor de este vehículo "había consumido o no alcohol o otras sustancias", un aspecto que determinarán las pruebas toxicológicas que realiza el Instituto Toxicológico de Sevilla. Este centro enviará los resultados al juzgado de Instrucción Número 4 de Mérida, que se ha hecho cargo de las diligencias.

Además del exceso de velocidad, se da la circunstancia de que el BMW tenía tracción trasera, lo que no ayuda a controlar el coche cuando se va demasiado rápido. "Era de noche, venían de fiesta, aunque no se sabe si el conducto había bebido o no, el exceso de velocidad y la tracción trasera son factores que posiblemente influyeron en el accidente", apunta Ignacio Martínez, subjefe de Tráfico de Badajoz. A este respecto, indicó que "el problema fue que venía otro coche de frente; de lo contrario, seguramente no hubiera pasado nada, el coche le hubiera coleado, hubiera derrapado algo, pero se hubieran llevado posiblemente un susto y nada más".

LOS HECHOS El accidente se produjo en la madrugada del sábado al domingo, al invadir el carril contrario el citado BMW, en el que viajaban cuatro jóvenes, y colisionar contra un Citroen C-5, en el que iban un matrimonio, el consuegro de ambos y un hijo del matrimonio fallecido, de 14 años, que fue el único que sobrevivió.

Como consecuencia del impacto fallecieron los cuatro jóvenes que viajaban en el BMW, los hermanos Jorge (que conducía el coche) y Luis Alberto Carroza Blanco, y María Nieves Gómez Pozo y Patricia Gómez Carroza, primas. Todos ellos eran naturales de Oliva de Mérida. Además, murieron tres de los cuatro ocupantes del Citroen C-5, el matrimonio formado por Matías Béjar, de 43 años, y María del Mar Sancho, de 39 años, vecinos de Palomas y que dejan tres hijos; además de Benigno Delgado, de 47 años, de Puebla de la Reina y consuegro del matrimonio.

Tras el masivo adiós que recibieron por parte de los vecinos de sus respectivas localidades, en Oliva de Mérida ayer finalizaron los tres días de luto oficial decretados por el alcalde; mientras que en Palomas han sido dos los días de luto que se han guardado por los dos vecinos fallecidos.

Se trata del accidente de tráfico más grave ocurrido en Extremadura desde 1990.