Internet se ha convertido en lugar habitual de apuestas, sobre todo deportivas, para más de tres millones de españoles. Según algunos informes estos jugadores se mueven en un vacío legal al no estar autorizada esta actividad en España.

Cifras facilitadas por la Asociación Española de Apostadores Deportivos por Internet (Aedapi) aseguran que su negocio mueve 255 millones de euros al año y genera una inversión promocional en medios de comunicación de más de 33 millones de euros.

Esta asociación reclama una regulación "clara" en la materia que permita a las casas de apuestas on line situarse al nivel de las tradicionales, cuya actividad está regulada y normalizada a nivel social y legal.

EMPRESAS ILEGALES

Y es que hoy por hoy no hay autorización expresa de las apuestas por internet, por lo que las empresas que se dedican a esta actividad se considerarían ilegales en España. "Las que operan en España no existen legalmente porque lo hacen a través de servidores ubicados en otros países donde sí es posible", señala el subdirector general de Estudios y Relaciones Institucionales del Ministerio del Interior, Enrique Cortés.

Muchos de estos portales están localizados en paraísos fiscales de Centroamérica o el Caribe y en Europa solo Reino Unido, Malta y Finlandia las permiten.

En este tema, España sigue las directrices de la Unión Europea, cuya directiva de servicios se consideró el marco idóneo que podría dar pábulo a la regularización pero finalmente quedó excluido, señala Cortés.

Una prohibición como la llevada a cabo por EEUU a principios de octubre es "una decisión política" que por el momento no se ha adoptado en nuestro país, explica Cortés, quien recuerda que hace unos años se creó una comisión sectorial para elaborar un borrador de proyecto de ley sobre juegos y apuestas en soportes tecnológicos que no prosperó.

El Gobierno de EEUU, con 2.400 portales de juego por internet que mueven unos 12.000 millones de dólares anuales, dio el 2 de octubre una vuelta de tuerca en su batalla contra esta actividad, ya ilegal en ese país por una ley del 1961. El Congreso estadounidense aprobó un proyecto de ley que declara ilegales para los bancos y las compañías de tarjeta de crédito hacer pagos en los sitios de apuestas on line.

Según cálculos de empresas que desarrollan esta actividad en EEUU, el negocio podría tributar 900 millones de dólares en impuestos a las arcas del Estado.

El argumento tributario es esgrimido también por Sacha Michaud, de Betfair.com, una de las alrededor de 15 empresas que trabajan en España --su operador está en Reino Unido-- quien considera que una regularización aportaría beneficios tributarios a España que ahora pierde.

Aunque hay apuestas de lo más diversas, Michaud asegura que las apuestas sobre fútbol son las reinas indiscutibles, seguidas de las de tenis, golf o competiciones de motor aunque destaca el éxito "abrumador" de las apuestas de partidos de pelota vasca.