El precursor del Centro de Cirugía de Mínima Invasión (CCMI) que ahora lleva su nombre, Jesús Usón, valora que este centro investigador se enriquecerá con el nuevo proyecto mediante "la implementación de nuevas líneas de investigación que potencien la creación productos que se puedan patentar", algo que favorecerá que "la región genere riqueza a través de estas patentes".

Para Usón, la principal premisa para que se establezcan sinergias entre el CCMI y la Ciudad de la Salud es "desarrollar proyectos de investigación aplicada en materias como la terapia celular", que son áreas en las que actualmente trabaja el centro, "y que se fomentarán con la entrada de nuevas empresas", afirma. Además sostiene que "se buscará desarrollar patentes en el sector sanitario", uno de los déficits de nuestro país, que provoca que tengamos que recurrir a "material clínico importado". "Debemos cambiar si queremos crecer".

En cuanto a cómo puede repercutir el proyecto en la ciudad cacereña, Usón se muestra convencido de que "supondrá un revulsivo que potenciará la creación de empresas y puestos de trabajo", al tiempo que situará a Cáceres "a la vanguardia de la sanidad a nivel mundial". Confía en que propicie que se creen "líneas de trabajo conjuntas entre las empresas del sector sociosanitario" que ocupen estos espacios.