El colegio de Infantil y Primaria, El Llano, de Monesterio, combinó la tradición con la innovación. Halloween y los Tosantos protagonizaron la última semana de clase del mes de octubre, con multitud de actividades, con la creatividad y el conocimiento del medio natural de la localidad, como ejes centrales.
A través del departamento de inglés se diseñaron diferentes actividades destinadas a profundizar en la celebración de la tradición anglosajona, a partir de talleres “sencillos, pero muy vistosos”, explica el director del centro, Antonio Calderón Matitos. Disfraces, canciones, exposición de calabazas, un concurso de manualidades, así como la decoración de aulas y pasillos, han formado parte del conjunto de actividades organizadas por el centro, para la conmemoración de una fiesta que está de moda; “sin olvidarnos”, de la de los Tosantos, muy relacionada con la recolección y el consumo de los frutos propios del otoño.
Precisamente, con el objetivo de mostrar al alumnado la riqueza natural que ofrece el entorno de Monesterio, el centro programó rutas escolares a la zona del albergue de Aguafría, lugar emblemático, por sus magníficos castañares, cuyo fruto simboliza, junto a membrillos o granadas, algunos de los productos más característico de esta estación.
Normalizada
Halloween llegó a nuestro país hace ya bastantes años. Por sus peculiaridades, niños y jóvenes muestran entusiasmo por este tipo de celebración. Muchos pensaban que esta fiesta vino para desplazar a la de Todos los Santos. Ambas conmemoraciones coinciden en el calendario, y las dos pueden ser “complementarias”.
Halloween “se ha normalizado” manifiesta Antonio Calderón; sin olvidarnos de la importancia “el arraigo y la tradición de nuestros Tosantos”. Ambas celebraciones, pueden ser un magnífico pretexto para motivar y mejorar la educación, indagar en el aprendizaje de la cultura extranjera, en los idiomas y en las tradiciones. El alumnado, explican desde el centro, “ha disfrutado y ha mostrado mucho interés por conocer estas celebraciones”.
