Se venía intuyendo. La falta de precipitaciones, (sólo 108 litros por metro cuadrado en el año hidrológico), unida a la reducida capacidad del pantano de Tentudía, de únicamente 5 hectómetros cúbicos, está provocando que las autoridades comarcales tengan que tomar medidas con las que maximizar la disponibilidad de agua requerida para asegurar la vida de la población, a la vez que intentar minimizar el impacto negativo en la actividad económica de este territorio.

 A mediados del pasado mes de diciembre la mancomunidad adoptaba una serie de medidas con las que amortiguar la gravísima situación que se avistaba, más aun, teniendo en cuenta que las precipitaciones han sido nulas a lo largo de los últimos dos meses. Un escenario de emergencia, con poco más de un hectómetro cúbico de agua disponible, capaz de abastecer las necesidades de las localidades de la comarca unas pocas semanas.

 Durante los últimos días, la mancomunidad ha venido informando a la ciudadanía sobre el paquete de medidas aprobado por los municipios durante la denominada Fase II de Emergencia (en la que actualmente se encuentra la comarca). Transcurrido este periodo, la presidenta de la mancomunidad, Mercedes Díaz, ha anunciado, que la próxima semana se comenzará con los cortes de suministro de agua procedente del pantano hacia los extrarradios.

Segundas viviendas

 La medida concreta que le ejecutará a partir de los próximos días afecta a la suspensión de suministro a las segundas viviendas ubicadas en el extrarradio del casco urbano de los municipios de la mancomunidad. Para ello, durante estos días se “están gestionando las instalaciones de extrarradio”, con la finalidad de “proceder al corte de suministro durante los próximos días”. Paralelamente se procederá al “corte parcial” en las instalaciones agrícolas y ganaderas. En este apartado, según recoge el Plan de Emergencia por Sequía, “se aplicarán franjas horarias para el suministro en horarios de  mañana y tarde”.

 Se trata de medidas extremas, que “ojalá no haya que aplicar a las viviendas, para el consumo humano”, señala Díaz. El resto de medidas incluidas en esta fase “ya se están aplicando”. Entre ellas, la tarificación disuasoria para el consumo, la prohibición de riego de jardines y zonas verdes, así como el llenado “total o parcial” de fuentes ornamentales y similares, la limpieza con agua potable de calles, alcantarillado, etc., además de la prohibición del llenado de piscinas “públicas y privadas”.

 De forma paralela, explica la presidenta, se está trabajando en la disposición “de otros recursos hídricos”, como pozos de agua potable, cuyo caudal “se podría trasvasar a otros municipios” para aliviar la situación del consumo humano “en caso extremo”. Aun así, “si la situación no mejora, hasta al menos, acumular agua de lluvia para poder pasar el próximo verano, tendríamos que proceder al corte de suministro en los núcleos urbanos”, concluye Mercedes Díaz.