Seleccionadas por el Servicio Extremeño Público de Empleo, (SEXPE), alrededor de 200 mujeres desempleadas de Monesterio, con edades de entre 18 y 60 años, participan durante dos días en un proyecto para el fomento de la creación de empresas en zonas rurales. La iniciativa, que cuenta con el apoyo económico de la fundación bancaria Caja Extremadura, está enfocada en la consecución de empleo, a través de una idea de negocio, con el objetivo de reducir la enorme distancia que existe en la actualidad en las tasas de ocupación y actividad entre hombres y mujeres.

Las dos primeras sesiones, dirigidas por el consultor extremeño, experto en emprendimiento social, Jaime Ruiz Peña, se desarrollan durante los días 26 y 27 de abril. Aplicando la “inteligencia emocional y diferentes técnicas de motivación”, el taller, independientemente de cada situación, trabaja el emprendimiento “como actitud”, con el convencimiento de que “aquellas que pudieran estar dudando de sus expectativas den un paso adelante”, explica Ruiz Peña. 

Punto de partida

Estas jornadas son el punto de partida, dentro de un proyecto más ambicioso, con el que se persigue que el 10% de las participantes se puedan trasformar en empresarias. Tras estos talleres, la organización diseña un segundo programa individualizado y personalizado, con el propósito de “ayudar a hacer realidad sus ideas de negocio”. Se trata de una segunda fase, de apoyo, para la generación de una idea de negocio orientada, o incluso hacia el emprendimiento social.

Se trata, manifiesta Jaime Ruiz Peña, de un proyecto en el que “ellas son las protagonistas”. Estos colectivos, sostiene el experto, “son mucho más dinámicos de lo que imaginamos, con muchas ganas de hacer cosas”. El programa pretende fortalecer la cultura emprendedora de las mujeres desempleadas de Monesterio, mejorando su empleabilidad. También contribuye, destacan sus promotores, en la “generación de ideas empresariales o sociales, que permitan la transformación de los pueblos”.

Situación local

Según los últimos datos publicados por el Observatorio de Empleo del SEXPE, Monesterio tenía en marzo 263 mujeres paradas, frente a 126 hombres. Más de la mitad de la población parada de esta localidad son mujeres, con lo que “atendiendo a estas características”, ha explicado el alcalde, Antonio Garrote, “el ayuntamiento, junto a otras administraciones, trabaja en el diseño de medidas para afrontar sus necesidades de inserción”. El proyecto Sámara Rural se convierte, por tanto, en una de las acciones específicas dirigidas a este colectivo, con el objetivo de “mejorar su situación”.