600 personas participan en una nueva edición de la Fuga de la Diabla

Valverde de Leganés vive cada verano una de sus celebraciones más visitadas, La fuga de la Diabla, fiesta declarada de Interés Turístico Regional en 2016 que gira alrededor de San Bartolomé. La tradición cristiana cuenta que en una encarnizada batalla San Bartolomé derrotó al diablo venciendo todas las tentaciones, y engaños que le habían presentado. 

El gran espectáculo central de esta festividad representa eso mismo y se celebra este año este sábado día 12. Como explicaron Guillermo Casquero, concejal de Cultura de la localidad, y Francisco Conde, director de la Universidad Popular, durante la presentación de la fiesta, esa noche la ‘Gran Diabla’, «tras escapar de la custodia del santo y acompañada por un séquito de guerreros y diablos, recorre calles y plazas sumidas en la oscuridad, sembrando de miedo y terror a propios y extraños, haciendo del fuego su arma». Una vez finalizado su recorrido por las calles de la villa, todo su séquito muestra su poder y veneración a la Diabla en un espectáculo de fuego y luchas contras las ‘Fuerzas del Bien’.

Varios miles de visitantes -este año se esperan unos seis mil- presencian los distintos episodios de esta fiesta, en cuyo montaje se sigue contando con los numerosos voluntarios y peñas juveniles y de amigos que colaboran en el desarrollo del espectáculo, unos 600 en esta edición. Como dato relevante, Conde ha indicado que los niños y niñas de Valverde se animan cada año en mayor número a participar en el espectáculo y en el desfile infantil que tiene lugar el día 11. Casi 80 jóvenes y niños colaboran en un recorrido por el pueblo disfrazados con indumentaria alusiva a la temática. 

Manuel Borrego, alcalde de la localidad, afirma que cada año se observa una mayor implicación y colaboración del vecindario, «visibilizando que los pueblos tienen vitalidad» y ayudando a frenar la despoblación.

El diputado provincial Ramón Díaz Farias destacó «la particularidad que engrandece» a Valverde de Leganés al ser el único municipio de la provincia que ostenta dos declaraciones de Interés Turístico Regional, pues a «esta de la diabla hay que sumarle la fiesta 'Vive la Trashumancia’, obtenido este mismo año».