SEGUNDA SESIÓN DEL JUICIO EN LA AUDIENCIA PROVINCIAL DE BADAJOZ

El acusado de la muerte de Manuela Chavero quiso hormigonar la zona donde ocultó el cuerpo, según un testigo

Asegura que Eugenio D. le dijo que quería construir un bebedero de vacas en una zona "de tierras movidas", en la que tenía un zorro muerto "colgado" para ahuyentar a las alimañas

El sitio "coincide plenamente con el lugar del enterramiento", aseguran los investigadores de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil

El acusado, a la derecha, sentado junto a su abogado durante el juico, este martes.

El acusado, a la derecha, sentado junto a su abogado durante el juico, este martes. / LA CRÓNICA DE BADAJOZ

Eugenio D., el acusado por la muerte de Manuela Chavero, quiso hormigonar la zona de la finca donde ocultó su cadáver. Así lo aseguró este martes uno de los testigos que declaró en la segunda sesión del juicio por este caso en la Audiencia Provincial de Badajoz, al que, de nuevo, han asistido familiares y amigos de la víctima.

El hombre, que conocía al procesado porque en la infancia fueron vecinos y también por motivos laborales, explicó que, en mayo de 2018, cuando visitó su finca para comprarle leña, Eugenio D. lo llevó hasta una parte donde había una zona de «más de un metro y medio tierra movida», junto a grandes piedras, arena de obra, ladrillos y bloques, y en la que tenía «un zorro muerto colgado». 

Le comentó entonces que quería cubrir con hormigón ese lugar para construir un bebedero para las vacas, lo que, según dijo el testigo, le extrañó porque los hay regulables y con patas, que son más fáciles de instalar. Por eso, le dijo que lo consideraba un gasto innecesario y que afearía un terreno «tan precioso». Pero Eugenio D. insistía en que eso era lo que quería y le preguntó que si se lo haría él, lo que rechazó, alegando que tenía su trabajo y no se dedicaba a realizar esos trabajos. 

«Quería poner una plancha de hormigón como la medida de una pala de un tractor», dijo el testigo.

Al preguntarle por qué tenía un zorro «ahorcado», el acusado, según relató, le dijo que era para que no acudieran alimañas «a comerse algo». Este testigo, que se dedica al campo, aseguró que donde estaba el animal colgado «no había nada, ni siquiera vacas» y explicó que esta práctica era habitual entre la gente de campo «antiguamente», sobre todo, cuando tenían gallinero y algún zorro había matado a sus gallinas. Lo usaban para espantar a estos animales. 

La defensa del acusado, José Antonio Carrasco, preguntó al testigo si conocía si en esa fecha Eugenio D. tenía la finca arrendada a terceras personas como coto de caza. Él lo desconocía, pero dijo esta práctica para ahuyentar animales nada tiene que ver con la caza y que solo el dueño de la propiedad lo haría, pues está penado por la ley.

Pegunta del jurado popular

El jurado popular preguntó al testigo si el lugar que quería hormigonar Eugenio D. coincidía con el sito donde fue localizado el cadáver de Manuela Chavero. Por las fotografías que vio tras el hallazgo del cuerpo, creía que sí, «pero no lo sé a ciencia cierta», reconoció.

confirmaron este extremo los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que estuvieron a cargo del caso y participaron en la reconstrucción de los hechos en la finca: «Coincide plenamente con el lugar del enterramiento».

En el caso de Diana Quer

Estos agentes, un capitán y un sargento, participaron también en el caso de Diana Quer, la joven madrileña asesinada en A Pobra do Caramiñal (La Coruña), que estuvo 500 días desaparecida hasta que su asesino, Enrique Abuín, confesó dónde tenía escondido su cadáver. Además, han colaborado en otras investigaciones sobre asesinatos, raptos y extorsiones dentro y fuera de España.