Las Urgencias hospitalarias de Cáceres van recuperando la afluencia previa a la pandemia ocasionada por el covid-19. Según Marcelina Gil Castuera, coordinadora del servicio en la ciudad, si la media diaria en el complejo hospitalario ronda los 180 pacientes, antes del azote del virus se situaba alrededor de los 190 o 195.

Durante los meses del confinamiento, ha habido «una restricción» en el número de usuarios, mayormente provocada por la responsabilidad médica de la población. Alertados e informados por las autoridades sanitarias pertinentes sobre si debían acudir o de qué forma hacerlo, los cacereños hicieron menos uso del servicio. La canalización de casos se hizo a través del 112, lo que a su vez posibilitó un desahogo en las instalaciones. Es imposible acotar unas estadísticas exactas sobre este decrecimiento, pues «aún estamos saliendo, y estamos haciendo planes de contingencia para posibles oleadas», según certifica la responsable. «Las estadísticas tendrán que esperar un poco», indica.

Sin embargo, el hospital también se va encaminando a la llamada nueva normalidad. Actualmente, se recomienda asistir «como siempre», si bien siguiendo las medidas de seguridad decretadas por el gobierno. «Hay mucha más cantidad de afluencia y de patologías que a lo mejor no son subsidiarias del nivel del servicio de Urgencias, porque son banales, pero la estamos atendiendo», afirma Gil, quien asegura que «eso es indicativo de que la normalidad está llegando».

El primer escalón

El primer escalónSobre cuándo se debería hacer uso de este servicio sanitario, o bajo qué tipo de síntomas, declara: «La población, de forma general, no sabe si tiene un problema de salud que es grave o no. Se puede intuir, pero nunca saber con certeza», y del mismo modo asegura: «Si ellos creen que deben acudir, deben acudir».

Sin embargo, recuerda también que nuestra ciudad cuenta con un punto de atención primaria continuada, que se establece como el «primer escalón» de la asistencia sanitaria. Desde allí, los profesionales correspondientes pueden determinar si la patología sufrida es candidata o no a ser atendida hospitalariamente. «Es como recuperar la antigua normalidad», asevera Gil, «porque es lo que se venía ya haciendo antes de la pandemia».

Pese a ello, no duda en afirmar: «Nunca se ha dejado de asistir a las personas que han requerido una atención urgente, independientemente de si han venido por una patología en relación a la infección de covid, o si ha sido por algo de cualquier otra índole. Siempre hemos estado aquí, y siempre hemos atendido», concluye.