Los creyentes cristianos de todo el mundo nos disponemos un año más a celebrar la Semana Santa, recuerdo, representación y actualización de acontecimientos centrales de nuestra fe.

Cuando el año pasado, las cofradías de todos los sitios, también las de nuestra ciudad, tuvieron que suspender los actos preparados a lo largo de un año, aquello fue vivido de una forma traumática. En éste, aunque volverá a pasar lo mismo, no es igual, tenemos asumido que estamos en tiempo de pandemia, y ante eso, lo primero es guardar las medidas sanitarias que nos llevarán a ir superando esta terrible situación.

Todos los actos que llevan consigo la aglomeración de personas, no tienen sentido ahora, por lo que las imágenes titulares seguirán en los templos y allí podrán ser visitadas por su devotos. Los actos litúrgicos del jueves, viernes, y sábado santos, y el domingo de resurrección podrán celebrarse con total normalidad en las iglesias, con el respeto al aforo permitido en las mismas. La Vigilia Pascual del sábado, que en su horario normal debería comenzar ya anochecido, es la que adelantará su horario para no sobrepasar el toque de queda establecido.

La situación es, por lo tanto, mucho mejor que hace trescientos sesenta y cinco días, pero todavía no es como quisiéramos.

El ejercicio devocional del Via-Crucis con tanto arraigo popular entre nosotros, ha tenido en este último año una representación más vivencial, pues se ha hecho realidad no solo en los miles de fallecidos en España, sino también en los familiares cercanos que han sufrido esta terrible situación. Como con cualquier enfermedad cuando la tienes en tu entorno o la sientes casi rozándote, la vivencia de la misma es completamente distinta.

Estamos en el momento de no bajar la guardia, aunque los números nos están dando un respiro, ya estamos comenzado a notar que no todo está ganado, ¡ni mucho menos¡ Solo las vacunas serán la solución (¿definitiva?), los resultados en las residencias de ancianos son muy esperanzadores.

Cuando se vaya consiguiendo la tan deseada inmunidad, podremos relajarnos, aunque las medidas de prevención seguirán ente nosotros y ya iremos viendo, según los acontecimientos, hasta cuando las tendremos que seguir respetando.

Os deseo a todos los creyentes una santa semana, a los que no lo son y tienen días de descanso, que los aprovechéis bien, y a todos que os cuidéis ante la realidad que vivimos.

*Párroco de San Blas