«Queremos trabajar, somos seguros, somos empresarios, tenemos hipotecas y tenemos familias». Con esta consigna los feriantes se echaron a la calle este lunes en Cáceres para reivindicar alternativas a un año en blanco. Tras meses de peticiones y negociaciones con la administración, las familias del sector convocaron una manifestación que recorrió el centro de la ciudad para reclamar garantías para arrancar la temporada de ferias en Extremadura, que empieza con la de San Fernando en mayo.

«Queremos que nos den la oportunidad de trabajar en la región cuando ya se está demostrando en otras ciudades que podemos cumplir la normativa con contagio cero», pone de manifiesto a este diario Antonio Martínez, portavoz de la plataforma de feriantes de Extremadura. La protesta se materializa unas semanas después de que los feriantes hayan trasladado al ayuntamiento de Cáceres una fórmula para que la feria, la primera del calendario en Extremadura, sea viable.

En su propuesta, que han hecho extensibles a otros ayuntamientos de las ciudades extremeñas con mayor población, plantean la posibilidad de instalar sus atracciones dentro de un circuito cerrado con controles de aforo tanto dentro del propio recinto como en las atracciones a nivel particular. Inciden también que en el interior se mantengan los protocolos sanitarios que marca la normativa como el uso obligatorio de mascarilla y los dispensadores de gel hidroalcohólico en cada parada. Sobre este asunto también defienden que el calendario previsto se mantenga y que la feria se pueda celebrar en mayo para que sea compatible con el resto de fechas de la región pero añaden que para sobrellevar el efecto que generan las restricciones de público por los controles de acceso se prolongue a más semanas en lugar de una.

Sobre este posible modelo, el ayuntamiento no se ha pronunciado sobre si finalmente se celebrará la feria y en qué términos se hará en el caso en el que la decisión sea favorable. En ese sentido, la concejalía de Cultura en la presentación del calendario de eventos culturales la pasada semana no se pronunció al respecto. El posicionamiento municipal sobre la celebración de eventos multitudinarios es clara, no se realizarán en los próximos meses, pero sobre si hay sobre la mesa algún modelo alternativo que valoren su postura es la de aguardar a lo que determine la administración regional al respecto. «Somos conocedores de que los feriantes están viviendo una situación complicada, pero vamos a esperar, no vamos a tomar ninguna decisión hasta que no recibamos instrucciones de la Junta de Extremadura», aseguró la concejala de Cultura, Fernanda Valdés.

En ese sentido, los feriantes volvieron a urgir a las administraciones este lunes a tomar una decisión al respecto y en concreto a la capital cacereña, que es la primera y la que previsiblemente marcará la pauta para el resto. «Creemos que ayuntamiento de Cáceres quiere que se celebre pero necesitamos un protocolo de Sanidad, hemos diseñado un modelo similar al que siguen los parques de atracciones, nosotros estamos preparados y ahora lo que necesitamos es que ellos se adapten también y den la viabilidad, queremos que la Junta de una viabilidad y una solución rápida, muchas se rigen por lo que vienen, así que queremos ese arranque en Cáceres», sostiene.

La decisión sobre el futuro este año de las ferias afectará a un sector que vive una situación crítica tras la pandemia. «Estamos pasando muchas dificultades», asegura María Ríos, feriante de cuarta generación.

«Es una pena que todos tengan trabajo en todos los sectores y el nuestro esté sin trabajar, creemos que puede ser como en los bares, todos con sus medidas, porque todos las tenemos, llevamos dos años sin que entre un duro en casa, no queremos que nos ayuden, queremos trabajar en nuestro sector y que el ayuntamiento tenga en cuenta que hay muchas familias que viven de esto», concluye.