Con la llegada de la pandemia diputación puso en marcha un plan dotado con 91 millones de euros para hacer frente a los efectos de la crisis sanitaria en la provincia, con inversiones hasta 2022. Ya ha gastado 20 millones de euros, correspondientes al ejercicio 2020, y para este año cuenta con un presupuesto de 51,8 millones, que invertirá principalmente en la creación de empleo, infraestructuras y en la mejora de la digitalización de los municipios. Y todo ello con un claro objetivo: conseguir mantener la población que han ganado los pueblos durante el coronavirus y seguir sumando nuevos habitantes.

El aumento de la población lo corroboran los datos. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), aunque la provincia continúa perdiendo habitantes, ese descenso es inferior al de otros años. Así, mientras entre 2017 y 2019 los pueblos cacereños perdieron casi 6.000 vecinos (5.885 concretamente), entre 2019 y 2020 solo se perdieron 4.637. Además, si se tiene en cuenta la variación interanual, entre 2019 y 2020 ese descenso fue inferior al del periodo comprendido entre 2018/2019. En concreto el último año la provincia perdió 2.301 habitantes mientras que el año anterior fueron 2.336. Se siguen restando vecinos porque los municipios continúan registrando decesos, debido sobre todo al envejecimiento de la población (y más este año con el coronavirus), pero esa caída se contrarresta ahora con los nuevos empadronamientos.

De momento diputación no facilita datos de los municipios que más nuevos habitantes han conseguido, pero el presidente de diputación, Carlos Carlos, asegura que en las zonas rurales «se ha notado ese aumento de empadronamientos porque la gente se ha dado cuenta de que sin las zonas rurales no se puede vivir». Pone como ejemplo a su pueblo, Calzadilla, donde, desde que comenzara la pandemia, se han inscrito en el padrón municipal unas doce personas, sobre todo empleados que residen en Madrid y que en estos momentos se encuentran en la modalidad de teletrabajo.

Las previsiones es que ese crecimiento continúe al alza, porque hay 60 empresas que ya se han interesado en implantarse en la capital cacereña y en pueblos de la provincia. Lo harán a través del proyecto Impulsa, que lideran tanto la diputación como la Cámara de Comercio. Se trata de emprendedores que proceden de Andalucía, Madrid, Cataluña, País Vasco, Castilla y León, Argentina, Venezuela, Alemania y otros destinos, y que quieren traer proyectos relacionados con los sectores tecnológico, turístico, energético, agrícola y consultoría. A los que suman otros 20 profesionales que han mostrado también su interés por asentarse en la provincia a través de este programa. Son sobre todo personas que desarrollan su trabajo de forma telemática.

En este sentido el coronavirus ha sido una oportunidad para las zonas rurales. «La gente busca ahora zonas limpias, tranquilidad y un medio ambiente cuidado. Estoy convencido de que las aglomeraciones se han acabado», afirmó Carlos Carlos. Por eso el Plan Reactiva, como se ha denominado a este programa creado para paliar los efectos de la crisis, va orientado principalmente a la lucha a favor del reto demográfico.

Uno de los ejes fundamentales para fijar población es el empleo. En 2020 diputación invirtió en este campo 12,1 millones de euros, a través de los que los ayuntamientos y mancomunidades han conseguido dar trabajo a 1.800 personas. Gastó otro millón y medio más en un convenio con las empresas para realizar nuevos contratos temporales (se hicieron 238) y para convertir en fijos a los empleados que ya tenían (128).

La institución provincial ha apoyado también a las empresas en la adaptación a la nueva normalidad, con la ayuda en la compra del material necesario para mantener las medidas sanitarias (525.000 euros), así como en la adaptación al teletrabajo. En este ámbito recibió la petición de 885 empresas y autónomos y de momento solo ha podido atender 122, aunque se habilitará más crédito para poder llegar a u mayor número. Hasta el momento se han invertido 258.219 euros.

En 2020 se han dedicado también 12,7 millones a infraestructuras (los proyectos se ejecutarán a lo largo de este año) y se ha colaborado con los ayuntamientos en la depuración de aguas (en la gestión y en la construcción de nuevas depuradoras, para lo que se ha contado con 7 millones de euros).

Del mismo modo, durante el pasado ejercicio diputación apoyó la creación de 33 nuevas empresas en municipios de hasta 20.000 habitantes (la mayoría autónomos), ha subvencionado a 91 familias que han tenido hijos (se habilitó una partida de 200.000 euros) y ha concedido ayudas para la rehabilitación de la primera vivienda.

Ayuda al turismo

Dentro de este programa para reactivar la provincia en 2020 se pusieron en marcha también los bonos turísticos para ayudar al sector, uno de los más castigados por la pandemia. En esta primera convocatoria (habrá otra este año) se han beneficiado 499 empresas y se han canjeado bonos por valor de 380.000 euros. Se han concedido también ayudas a las empresas culturales, con 163.000 euros.

Todas estas medidas han colaborado en fijar población, el reto ahora es mantenerla. Para ello la institución ha puesto en marcha la iniciativa ‘Economato revive’, en los municipios de un máximo de 150 habitantes, donde no existen comercios ni bares. Aquí se abrirán economatos, que serán un híbrido entre ambos negocios. Se ha subvencionado a los ayuntamientos para la adaptación de los locales y para dar de alta a los trabajadores o autónomos en la Seguridad Social. El primero abrirá en abril en Cachorrilla, y están pendientes de los trámites en Casas de don Antonio, Ruanes, Carrascalejo y Berrocalejo.

Otro de los grandes retos para conseguir que los habitantes se queden en los pueblos es la digitalización de la provincia y la economía verde. De esta forma se ha puesto en marcha la Red de Circular FAB, con una inversión de 300.000 euros, que ha permitido la creación de cinco centros para la reactivación del empleo basado en la economía verde y la industria 4.0. Además se ha creado una oficina técnica para la gestión del proyecto de transformación digital de la provincia con una dotación de 224.446 euros y dirigida a la coordinación de los proyectos.

Por su parte, la Cámara de Comercio a nivel nacional ha iniciado también un proyecto de digitalización en el mundo rural para la transformación del comercio en las nuevas tecnologías. De momento ayudará a Moraleja, Miajadas, Trujillo y Navalmoral de la Mata (Coria, según dijo ayer Carlos Carlos, ha declinado participar) en la formación de empresarios, la adquisición de herramientas y la creación de páginas web.