A través del equipo de dirección habían preguntado en varias ocasiones a Sanidad sobre cuándo les tocaría vacunarse, hasta que el pasado 12 de abril recibieron el mazazo: los profesores del conservatorio no están incluidos en el proceso de vacunación docente. Se sienten discriminados.

Su sector, el de las enseñanzas artísticas, no es considerado esencial. No lo entienden. Dan clases a grupos de alumnos desde los siete años, como los maestros y los profesores de Secundaria. De hecho, todos sus alumnos lo son también de los colegios e institutos de la ciudad e incluso algunas de las clases se desarrollan en las aulas de los centros de Primaria y de Secundaria (en el Ribera del Marco o en el instituto Hernández Pacheco, por ejemplo).

Aseguran que el conservatorio es «de alto riesgo» porque no cuenta con grupos de convivencia, ya que el alumnado varía cada hora y cada una de las asignaturas es impartida por un profesor diferente. A lo que se une que los que estudian la especialidad de viento dan las clases sin mascarilla, lo que aumenta la propagación de aerosoles (en un aula de este tipo llegan a concentrarse hasta 12 alumnos).

Creen que es una incongruencia puesto que desde el inicio de la pandemia se les trató de alto riesgo y se les obligó a desarrollar protocolos exhaustivos, de hecho las clases de viento estuvieron meses suspendidas. Ya se han dirigido a la Junta para exigir que se les vacune pero Sanidad asegura que es responsabilidad del Ministerio.