Regenta en el número 2 de la avenida de Cervantes el salón de peluquería que lleva su nombre: Rubén Mayordomo. Ahora se ha hecho aún más popular después de una iniciativa de tanto calado en la ciudad que los cacereños acuden a su escaparate en masa para rendir tributo a la patrona de Cáceres y rezar postrados ante la imagen. El estilista ha instalado una fotografía de la Virgen de la Montaña a gran escala donada por la cofradía y perteneciente a su fototeca. Es una instantánea captada durante el Novenario en la concatedral de Santa María y junto a ella se han colocado un altar con dos jarrones de plata y preciosas flores.

Un vecino ante la patrona. SILVIA SÁNCHEZ FERNÁNDEZ

La iniciativa surgió del propio empresario, muy reconocido en el mundo cofrade. El mayordomo, Juan Carlos Fernández Rincón, mostraba ayer su admiración por este proyecto. «Nos ha emocionado», confesaba. «La gente se para delante del escaparate y se pone a rezar, incluso hay quien lleva su silla para hacerlo. Es maravilloso», añadía.

La idea de Rubén Mayordomo es el ejemplo más claro y más hermoso de que la fe que Cáceres siente por la Montaña es imbatible, incluso en tiempos de coronavirus. Este es el segundo año consecutivo que la patrona no puede bajar en procesión a Cáceres desde su santuario ni tampoco celebrarse el novenario. Sin embargo, las propuestas de ciudadanos como Mayordomo se han convertido en un bálsamo que en cierta forma cura la ausencia de esta significativa fecha en el calendario cacereño.

Dos cacereños ante la imagen. SILVIA SÁNCHEZ FERNÁNDEZ

Por segunda vez en la historia desde 1945 la patrona de Cáceres no ha protagonizado la Procesión de Bajada con la que hubiera dado comienzo el novenario, nueve jornadas que hasta el Día de la Madre, fecha de su regreso al santuario, llenan de júbilo a la ciudad. El desfile es una costumbre que se repite desde el 3 de mayo de 1641, fecha en la que la talla bajó por primera vez desde su santuario ante las peticiones del vecindario en un año de grandes sequías. 

En 1928 se aprobó que la Virgen lo hiciera cada cuatro años y en 1945 se oficializó el desfile. Este año esa peregrinación no va a Concejo sino al escaparate de Rubén Mayordomo