Ingenostrum es la empresa que está promoviendo junto al ayuntamiento y la Junta el desarrollo de un polígono ecoindustrial para la implantación de empresas tecnológicas. El alcalde, Luis Salaya, lo definió días atrás como un modelo de polígono industrial diferente, «más moderno y ecológico», a la idea que se tiene de estas superficies reservadas para la instalación de empresas. El director ejecutivo de Ingenostrum es el cacereño Santiago Rodríguez Agúndez, quien trabaja desde hace más de un año en el desarrollo de esta intervención de parque industrial y tecnológico denominado CC Green. Este polígono ocuparía una 200 hectáreas, estaría en el suelo industrial que reserva el plan de urbanismo entre la actual Capellanías y la autovía A-66 e incluirá también la implantación de una planta fotovoltaica. 

¿Cómo surge el proyecto? 

Nuestra empresa canaliza una inversión muy importante en renovables (solar, eólica, hidridaciones, almacenamiento energético...) y lo que buscamos con este proyecto es dejar valor en la zona donde se desarrolla, en este caso en Cáceres, para que vayamos más allá de los puestos de trabajo puntuales que se generan durante la construcción de estos grandes proyectos. Por eso se contempla el desarrollo de un parque industrial donde se puedan fabricar equipos dedicados a la transición ecológica y a las tecnologías de la información. A lo anterior se suma que el emplazamiento cumple una serie de condiciones favorables, como que el terreno es de fundaciones o la gran potencia eléctrica disponible de consumo, que lo hacen más viable. Una de las cuestiones decisivas para el crecimiento económico y tecnológico de una zona es la potencia eléctrica disponible, difícil de conseguir en España ya que la planificación eléctrica se realiza cada cinco años. Aquí es más fácil. Hay otro factor más, y es que Cáceres y Badajoz cuentan con las titulaciones técnicas universitarias y con técnicos, un talento que se puede aprovechar para que no se vaya.

¿Qué tiene Cáceres que no puedan ofrecer otras localidades para implantar este polígono ecoindusrial o parque tecnológico?

 Lo más significativo son los 200 megavatios de potencia disponibles de consumo. Además está el suelo, planificado en el plan de urbanismo para uso industrial y terciario, por lo que a nivel de planeamiento está preparado. A las dos cuestiones anteriores se suma que Extremadura tiene mucha estabilidad en la administración y un histórico de proyectos viables que se han tramitado con agilidad por las entidades públicas.

Esa puesta a disposición de las empresas de 200 megavatios para su consumo, ¿de dónde sale?

A la subestación de Los Arenales -que está en construcción al norte de Capellanías- llega una línea del salto hidroeléctrico de José María Oriol -el embalse de Alcántara-, llega otra de Trujillo y ahora se está construyendo un circuito que cerrará el anillo que va a la subestación de la avenida de la Universidad, que es la más antigua de Cáceres. Con esto tienes una seguridad de suministro suficiente para esos 200 megavatios. Esto está incluido en la planificación del Miteco para el periodo 2021-2026, que ahora está en información pública y que no va a cambiar.

¿Qué diferencia habrá entre este parque tecnológico o ecoindustrial que está en proyecto y el concepto tradicional que tenemos de un polígono industrial? 

Cuando decimos que es un parque ecoindustrial es que se está mirando la sostenibilidad desde el inicio con su diseño. Hay tres fases, una es el diseño, otra es la construcción y la última es la operación. Aquí se está teniendo una visión global de eficiencia energética y sostenibilidad desde el inicio. ¿Qué se le va a dar a las empresas que vengan? Pues muchas facilidades tanto de costes muy competitivos en el precio del suelo como de costes muy competitivos en la energía, ambos son una parte importante de los gastos operativos de una industria. Una industria tiene los gastos de mano de obra, de insumos, energéticos y de amortización de la compra del suelo y de la construcción. Aquí tenemos dos cosas muy buenas (coste del suelo y de la energía). A lo anterior se añade que el coste de la mano de obra es más asequible. En Cáceres la vida es más barata, una persona que gana en Cáceres 30.000 euros tiene una vida mejor que una personas que gana 50.000 en Madrid. Entonces tenemos coste energético, de suelo y de mano de obra. De las cuatro cosas ya tienes tres que tienen un coste que es más competitivo.

¿Qué posibilidades de desarrollo real tiene este parque tecnológico y ecoindustrial? Se lo pregunto porque son numerosos los proyectos que se anuncian en esta ciudad y que luego quedan en nada. 

Las cosas hay que trabajarlas bien e intentarlas, no todas las cosas que uno intenta en la vida salen. Pero aquí estamos poniendo todo el esfuerzo para que esto salga adelante. Si aparece una gran empresa ancla, una empresa tractora de gran magnitud, eso solo ya hace que el proyecto tire hacia delante, conllevaría la propia viabilidad del mismo. En cuanto a probabilidades, no le voy a dar un porcentaje, pero sí le digo que ahora mismo tenemos por delante diez meses que son claves.

¿Se cuenta ya con esa gran empresa que pueda impulsar la viabilidad del proyecto? 

Lo estamos negociando. Si estuviera ya, le podría decir que el proyecto es cien por cien viable, pero estamos en la fase de atraer a esa empresa grande que por sí misma haga que el proyecto salga.

¿Se tiene ya un socio inversor que financie la urbanización del polígono?, ¿se va a acudir a fondos de recuperación europeos? 

Nosotros estamos más centrados en que aparezca el gran cliente que en preocuparnos de los fondos. Nosotros tenemos que demostrar que es viable. Estas inversiones grandes, si son rentables por sí misma, no necesitan fondos. Ahora estamos centrados en una colaboración con una gran consultora americana para encontrar clientes. Lo de los fondos europeos sería ahora más secundario, presentamos el proyecto para su obtención cuando se dio la oportunidad, pero ahora estamos centrados en ese gran cliente. 

¿Qué gran consultora es? 

Por temas de confidencialidad no puedo decir ahora que está trabajando en el proyecto.

¿Hay ya empresas interesadas en instalarse en el parque? 

Estamos actualmente en conversaciones con varias.

¿De qué sectores son? 

Hay data centers y otro tipo de industrias que están relacionadas con el almacenamiento energético. Sabe que en Cáceres está proyectado el centro nacional de investigación y almacenamiento de la energía, que será un foco de atracción y que a este proyecto le ha venido genial porque es complementario. Es clave tener un lugar donde, además de investigar, puedas tener un sitio preparado para hacer modelos a escala mayor que se puedan monitorizar e incluso para su fabricación a escala comercial.

Se anunció que el centro de investigación se ubicará en el Cuartillo, ¿cabe la posibilidad de que se pueda hacer en este nuevo parque o polígono ecoindustrial? 

Esta es una opinión personal, pero creo que por plazos el Cuartillo está más adelantado para la construcción del centro.

El parque industrial que se proyecta tendría una 200 hectáreas, ¿qué inversión se necesitaría para hacer la urbanización y la dotación de servicios? 

Aproximadamente entre 40 y 50 millones de euros. Esta es la cifra completa porque el proyecto irá por fases. Serán seis posibles fases.

¿En qué situación está la negociación para conseguir la totalidad del suelo que se necesita para el parque empresarial? 

Estamos avanzando bastante, creo que de aquí a seis semanas puede estar listo.

Entiendo que será más fácil porque parte del suelo es de dos fundaciones y público. 

Sí, pero hay que darle forma legal, son fundaciones y tiene que ser de acuerdo con sus estatutos y con sus patronatos.