En el equipo del Consorcio Gran Teatro se respira una «profunda satisfacción» por la marcha de la 32 edición del Clásico, que era toda una incógnita por la situación sanitaria. «El público está respondiendo de manera extraordinaria», destacó ayer la directora, Silvia González, tras confirmar que finalmente se han agotado todas las entradas para las representaciones del fin de semana, pese a que su traslado al Gran Teatro por la lluvia ha permitido ampliar el aforo.

Lo cierto es que estos días suben al escenario grandes elencos, anoche de la mano de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que representó Castelvines y Monteses (Lope de Vega), un espectáculo capaz de unir clown, baile, acrobacia y magia, a través de un derroche de talento de músicos, cantantes y bailarines desdoblados en múltiples personajes. Y esta noche, también con todo vendido, los profesionales de Contubernio, Pentación y La Nariz de Cyrano representarán Eduardo II, Ojos de Niebla, la cuarta obra teatral de Alfredo Cernuda, que trasciende al drama histórico, con actores como José Luis Gil. Además, ayer se llenó la segunda tanda de funciones de A versos, teatro concebido para bebés, y triunfó el segundo montaje de títeres del festival, Fuenteovejuna, en los Golfines de Abajo.

La agenda de hoy incluye otro pase de A versos (12.00, Gran Teatro), y Don Quijote y el conde Lucanor, una historia de guiñol (12.30, Ateneo). También se inicia el taller de radioteatro, audiograma y podcast La brújula expandida, en la Escuela Superior de Arte Dramático.